Todos los Demas Son Retornados - Volume 1 - EER – Capítulo 4

Capítulo 4: ¿No puedes verme?

El primero en darse cuenta de que algo andaba mal no fue Lita sino Yu IlHan.

“Algo se mueve.”

[¿Qué se está moviendo?]

“Tu espada.”

[¿Qué? ¡Kyaaaa! ¡No!]

A los ojos de Yu IlHan, la espada era la peor de  las peores – La espada que hizo en su quinto año después de coger el martillo estaba vibrando vigorosamente en la cintura de Lita.

¿Fue sólo eso? Los autos en la calle, la ropa que Yu IlHan usaba, y otras cosas que componían el mundo, mostraban movimiento.

Esto significaba una cosa. El mundo estaba volviendo al momento cuando el tiempo se detuvo.

“¡Son todos los objetos que se movieron o cambiaron desde que el tiempo se detuvo en la Tierra!”

[En lugar de eso, has algo con respecto a esta espada.]

“Voy a hacerte algo mejor, así que ¿por qué no renuncias a ella?”

[¡Nunca!]

Mientras Lita estaba nerviosa y rezando mientras se aferraba a la espada, el cuerpo de Yu IlHan finalmente se movió contra su voluntad.

No fue que su cuerpo físico volviera a su estado anterior. Era sólo que se estaba mudando al lugar donde estaba cuando la humanidad lo dejó fuera. Con un panorama que parecía de un ave volando.

“¡Puedo volar!”

[¡Ah, IlHan, espera! ¡D’Dios mío, sólo un poco! ¡Sólo dame tiempo para decir adiós!]

Lita, que se dio cuenta de la situación, después de haberse centrado en la espada, gritó desesperadamente, pero Dios no cumplió su petición.

Mientras que el cuerpo físico de Yu IlHan volaba hacia el campus universitario desde su casa debido a la fuerza irresistible y enorme, Lita fue arrastrada al cielo debido a otro tipo de poder. Era fuerte hasta el punto de que lloraba de tristeza.

[Lo tomaste fácil hasta ahora, pero ¿por qué tan de repente?… Te estás excediendo, ¡Te excedes!]

Lita insultó a Dios mientras se quejaba, verdaderamente impropio de un enviado de Dios. Lo único que podía hacer ahora era mirar al lejano Yu IlHan de espaldas y rezar por su fortuna. Mientras abraza firmemente la espada en mal estado.

[Dejaste la espada. Así que retracto las palabras “Te excedes”.]

¿Habrá un momento en que se reúna con Yu IlHan otra vez? Ella oró para que lo hicieran. Ella oró para ver a Yu IlHan después de que se libre de las garras del tiempo.

Tan pronto como sea posible. Incluso mañana.

Mientras abrazaba la esperanza la cual hace mil años no hubiera considerado cuando llegó a encontrar a Yu IlHan, un excluido, Lita cerró los ojos lentamente. Y se dio cuenta de una cosa.

[Al final, ¡ni siquiera nos besamos!]

En el mismo momento en que la pobre ángel, Lita, regresaba, Yu IlHan también se lanzó al campus. Yu IlHan, que fue lanzado a medias en el último momento, se equilibró en el aire y aterrizó en una pose limpia para reducir el daño causado.

“Tengo un buen presentimiento.”

Por encima de todo lo que experimentó en los largos años, volar ahora, era definitivamente lo más interesante. ¿No era eso una prueba clara de que los días aburridos habían terminado? Mientras decidía que él aprendería a volar por sí mismo después de aprender el maná, levantó la cabeza.

Y encontró a Lita que ascendía por los cielos.

“Ah.”

Yu IlHan gimió inconscientemente. Pensar que se fue así sin despedida, como era de esperarse, ¿Yu IlHan no era más que un humano interesante para Lita? ¿Era él una existencia con la que ella pasaba el rato sólo para pasar su aburrimiento?

Pero eso no importaba. No importa qué, Lita que lo enfrentó, era una existencia que era amable, bonita y alguien que consolaba su soledad. Cuando pensó que no volvería a verla en el futuro, sintió que su corazón estaba vacío.

Originalmente, esto era normal. Pensó que estar con ella era natural, ya que estaba con ella durante mucho tiempo, pero un ángel como Lita entrando en contacto con una persona común como lo era Yu IlHan, en primer lugar, un caso extremadamente raro.

Una existencia que nunca puede conectarse ni siquiera en el mismo espacio. ¿Acaso Lita no se nombró a si misma una existencia superior?

“Una existencia superior, eh…”

Yu IlHan murmuró en voz baja y apretó los puños.

Apilar las técnicas y el conocimiento para no perder ante otros seres humanos cuando ocurra el Gran Cataclismo. Este era el objetivo de Yu IlHan hasta ahora.

Sin embargo, ahora, tenía un gran, pero firme objetivo.

‘Una existencia superior, si me convierto en una, entonces podré reunirme y hablar con ella de nuevo. Por fin podré estar en el mismo nivel que ella.

‘Así que me convertiré en una.’

‘No hay nada que no funcione después de poner en ello esfuerzo, por lo que ¿no sería yo capaz de convertirme en una si trabajo duro como si estuviera a punto de morir?’ – Yu IlHan se resolvió como tal.

Por supuesto, Yu IlHan no sabía que, olviden el mismo nivel, ya había capturado completamente su corazón al punto en que no podía atrapar más. Fue porque era un virgen que ni siquiera tomó las manos de una mujer por más de 1000 años.

Independientemente de si Yu IlHan se decidió o no, el mundo estaba volviendo a su estado original. Los coches explotados fueron restaurados y devueltos a sus posiciones originales, y todo en el mundo, que fue dañado al entrar en contacto con Yu IlHan, volvió a su estado anterior.

Y ese momento se acercaba.

Yu IlHan cerró los ojos con calma y esperó, como lo hizo en el pasado lejano.

Y cuando pasaron unas horas, sintió al mundo, y él mismo cambiando. Él conocía su cuerpo físico más que nadie. Y a su cuerpo le había ocurrido un cambio pequeño pero claro.

Una energía fresca, luminosa, maravillosa, fuerte. Cuando su corazón late, esa energía también late junto con el corazón, como si fuera originalmente así.

Ni siquiera necesitaba reflexionar sobre ello. Esto era maná. Una nueva energía con la que la Tierra había entrado en contacto. La energía a la que se adaptaron los humanos en los 10 años que permanecieron en otros mundos. La energía a la que Yu IlHan tendrá que adaptarse en el futuro.

‘Bueno, probablemente lo pueda hacer.’