Sombra Trampa - Volume 7 - SH - Capítulo 730

Yuan Biyao no sabía cómo explicarle lo sucedido a Li Yunmu. ¿Cómo podía decirle que Fuxi y Nuwa desconfiaban de él y no querían que se quedara en el Mundo del Dios Primordial?

A Yuan Biyao no le salían las palabras. Simplemente no sabía qué decir.

Al notar la incomodidad de Yuan Biyao, Li Yunmu no pudo evitar hablar con el sistema: “Solo dormí un rato, ¿qué pasó exactamente?”

El sistema guardó silencio por un momento antes de decir: [Fuxi y Nuwa sospechaban de ti debido al Origen Demonio en tu cuerpo. ¡Pensaban que habías caído en el camino del diablo!]

¿Qué? ¿Será este el efecto secundario del Origen Demonio del que hablabas?

[¡Te lo recordé antes! Como el Mundo del Dios Primordial no está dispuesto a ayudarte, tendrás que buscar la manera de restaurar tu cultivo por tu cuenta. Claro, usas al ser demoníaco en tu cuerpo para aumentar tu cultivo, ¡pero entonces caerás en el camino del diablo, como les preocupaba a Fuxi y Nuwa!]

¿Camino del diablo?

Li Yunmu frunció el ceño y de repente se echó a reír. Fuxi y Nuwa podían cambiar de opinión sobre la gente con mucha facilidad. ¡En ese momento, tal vez todo el mundo lo consideraría malvado!

Sin embargo, nunca había querido cultivar el camino del diablo y solo había desatado el Origen Demonio para ayudarlo. ¿Por qué nadie podía concederle el beneficio de la duda? ¡Incluso dioses antiguos supremos como Fuxi y Nuwa lo malinterpretaron inesperadamente!

[¡Si no fuera por Yuan Biyao protegiéndote, Fuxi y Nuwa te habrían asesinado!] agregó el sistema después de un momento.

¿Qué? ¿Querían matarme también?

El corazón de Li Yunmu estaba destrozado. Sin conocer la verdad, los dos dioses antiguos, sorprendentemente, habían decidido matarlo. ¡Qué ironía!

Al ver el cambio en el rostro de Li Yunmu, Yuan Biyao se obligó a sonreír y dijo: “¡El Mundo del Dios Primordial tiene sus propias reglas! El Emperador Fuxi y la Emperatriz Nuwa estaban muy ocupados, así que deberíamos buscar otra manera. Me temo que no podremos ir al Mundo del Dios Primordial por un tiempo”.

No necesitas ocultarlo. El ser en mi cuerpo me lo dijo todo.

El rostro de Li Yunmu estaba pálido, pero fueron sus palabras las que sorprendieron a Yuan Biyao. Se mordió el labio y dijo: “¡Lo siento, Li Yunmu! Yo…”

Antes de que Yuan Biyao pudiera terminar, fue abrazada por Li Yunmu, lo que la sorprendió.

¡Muchísimas gracias! Biyao, cuando otros me abandonaron, decidiste creer en mí y te mantuviste a mi lado. Fuxi y Nuwa fueron tus benefactores, quienes te criaron, pero preferiste romper con ellos antes que abandonarme. ¡Grabaré esta bondad en mi corazón!

Yuan Biyao le dedicó una sonrisa de agradecimiento y bajó la cabeza tímidamente antes de decir en voz baja: “¡No es… nada! Solo… no quiero verte morir. Después de todo, ¡me salvaste la vida!”

Li Yunmu sabía que Yuan Biyao fingía. Le tenía mucho cariño, pero optó por actuar con mucha indiferencia.

En cuanto a su caída en desgracia, quería ocultárselo a los dioses del Olimpo y Asgard. Si la noticia de su caída en desgracia se extendía, el mundo occidental se hundiría en el caos.