Reino Espiritual - Volume 6 - SR – Capítulo 610

¡Conmoción!

“¿Eh? ¡Veo que tienes valor!” Exclamó Miao Meiyu en un tono bajo, dando a Qin Lie una intensa mirada. Ella agitó las manos y gritó: “¡Miao Liang!”

Un pequeño joven de la Familia Miao saltó, ágil como un mono espiritual, bloqueando repentinamente el camino de Qin Lie.

Los hermanos Xing fruncieron el ceño. En lugar de apresurarse a entrar en el valle, observaron tranquilamente a Qin Lie.

Dentro del valle, en la cima del palacio más alto, los cinco maestros de valle del Valle Luna Azul centraron su atención en la batalla que pronto tendría lugar abajo.

“¡Justo lo que pensaba!” Miao Kang se mofó. “La fuerza de la Secta del Demonio de Sangre definitivamente ha caído. No puedo creer que enviaran a un mocoso al Reino del Paso Inferior a visitarnos. ¡Hmph! No pueden pensar que las cosas son como eran hace mil años, ¿verdad?”

“Si la Secta del Demonio de Sangre todavía quiere que nuestra Familia Miao se someta a ellos, sería prudente que les enseñáramos una lección para que no sigan soñando con su antigua gloria,” dijo Miao Wenfan.

“Primero veamos de lo que es capaz un miembro de esta generación de la Secta del Demonio de Sangre,” dijo Miao Yangxu con calma.

De vuelta a la entrada del valle, Qin Lie miró a Miao Liang y luego agitó la cabeza.

“No eres rival para mí,” dijo. “Ve a buscar a alguien más para que luche.”

Miao Liang estaba sólo en la etapa media del Reino del Paso Inferior. Qin Lie creía que un oponente de este calibre no era rival para él, así que no quería perder el tiempo.

“¡Ya veremos eso una vez que hayamos luchado!” Miao Liang resopló.

“¡Whoosh!”

Miao Liang parpadeó hacia Qin Lie con un resonante rugido, acortando instantáneamente la distancia entre ellos como un ser de luz.

Mientras se movía, figuras borrosas se hicieron borrosas.

Aparecieron más de una docena de figuras, cada una envuelta en un aura de fuerte viento.

A primera vista, parecía como si Miao Liang hubiera lanzado un impresionante ataque a Qin Lie desde todas las direcciones a la vez.

“¡Bang bang bang!”

Los puños de Miao Liang llovieron sobre el cuerpo de Qin Lie, golpeando con fuerza en un instante.

Pero Qin Lie estaba tan inmóvil como una montaña, ni siquiera se molestó en canalizar la energía espiritual para proteger su cuerpo. Se dejó completamente indefenso, resistiendo los ataques de Miao Liang con su cuerpo indomable.

Cada golpe de Miao Liang contenía una ráfaga de energía eólica que entraba en el cuerpo de Qin Lie como un tornado, intentando herirlo y provocar el caos en su circulación interna.

Sin embargo, un ataque de este nivel no era nada para Qin Lie.

“Este chico… no puede ser de piedra, ¿verdad?” exclamó un miembro del clan de la Familia Miao.

“Su cuerpo es tan duro como una piedra y mucho más fuerte que el de un practicante marcial del Reino del Paso Inferior,” dijo otro miembro del clan de la Familia Miao, una expresión sombría en su cara. “Puede que sea incluso más duro que algunas personas en el Reino del Cumplimiento.”

“¡Thump thump thump thump thump!”

Miao Liang atacó Qin Lie una y otra vez, cada uno de sus puñetazos creando un tornado en miniatura dondequiera que aterrizaran.

Pero Qin Lie se quedó ahí parado, sin mover un músculo.

Qin Lie ni siquiera miró a Miao Liang, sino que continuó mirando a Miao Meiyu.

“¿Por qué no llamas a alguien más fuerte?” preguntó con calma.

“¡Miao Kui!” Exclamó en voz baja Miao Meiyu.

Un musculoso joven de casi dos metros de altura en la última etapa del Reino del Paso Inferior emergió de entre los demás miembros del clan. Con un rugido gutural, atacó a Qin Lie como una gigantesca bestia de metal.

En el momento en que Miao Kui entró en acción, Miao Liang abandonó su fallido asalto y se retiró.

“¡Primera Roca Rodante de Llama Violenta!”

Los puños de Miao Kui se abultaron de forma poco natural mientras rugía. Las chispas salían de la palma de su mano.

“¡Whoosh!”

Miao Kui golpeó el aire, enviando enormes puños de hierro fundido que corrían hacia Qin Lie como meteoritos.

El espacio alrededor de Qin Lie se iluminó instantáneamente con un aura feroz y dominante.

“Ahora esto es pasable,” dijo.

Qin Lie levantó una mano al aire con una sonrisa en su cara, agarrándose a los puños en llamas que le golpeaban.

Luz sangrante condensada en la punta de sus dedos, transformándolos instantáneamente en una Garra Fantasma Llorón de Sangre. Chispas de relámpagos saltaban por el espacio entre cada dígito sangriento de esa garra, haciendo que pareciera que la electricidad tenía una mente propia.

Qin Lie extendió la mano con su Garra Fantasma Llorón de Sangre, empujándola directamente hacia la embestida que tenía ante él en vez de evitarla. En ese instante, un relámpago relampagueó mientras la garra desataba su despiadada y diabólica aura de sangre.

“¡Bang!”