Monarca Sabio - Volume 1 - SM - Capítulo 79

Capítulo 79: Ascendiendo al Nivel de Usurpación de Vida.

Después de consumir unas cantidades masivas de píldoras medicinales, Yang Qi finalmente llegó al punto en el que la quintaesencia de fuerza vital cursaba por su cuerpo, y se vertía en la partícula veintiuno, la cual empezó a sacudirse.

A estas alturas, comprendía muy bien la Fuerza del Mamut Divino Supresor Infernal.

Mientras más lejos se procedía en el cultivo, más difícil se hacía. Cada paso era como atravesar un obstáculo descomunal. De hecho, sin toda la medicina espiritual a la que tenía acceso, no habría podido progresar ni en cien años.

Sin embargo, aún no estaba dispuesto a abandonar un arte energética diseñada para dioses y espíritus. ¿Cómo iba a hacerlo?

Estaba desarrollando un poder que podía mirar con desdén a los Cielos y la tierra; a pesar de ser un mortal, ya estaba empezando a desarrollar el corazón de un dios. Una razón por la que los expertos poderosos podían ser descritos de tal modo, era su corazón. Pero mientras más extensos sus corazones, más extensos sus prospectos.

Ahora al enviar la energía espiritual de tantas píldoras medicinales a su Crisol del Fuego Infernal, estaba preparándose para ascender al nivel de Usurpación de Vida.

—¡Usurpa vida de los Cielos! Los mamut divinos son invencibles; pueden arrancar estrellas y lunas, y su energía puede consumir incluso los soles más ardientes. —Su energía verdadera se reunió a su alrededor y entonces salió disparada hacia arriba, solo para ser atrapada por la formación de hechizos y ser enviada de vuelta hacia él.

¡Crack! ¡Crack!

La energía verdadera se asentó a su alrededor, pero ya no se veía una armadura, sino unas escamas de color dorado profundo, y ondulaban como si fueran magma. También había un sinfín de chispas eléctricas que fluían a su alrededor constantemente; después de ser golpeado por un relámpago, sus meridianos y su energía verdadera ya contenía ese poder.

Las escamas de energía verdadera se asentaron a su alrededor y lo cubrieron; tras un abrir y cerrar de ojos ya no era posible ver a Yang Qi. Lo único en la habitación era un imponente mamut divino.

Este megamamut no se veía para nada como un elefante; era de un tamaño descomunal, con una trompa tan poderosa que parecía capaz de absorber todo el aire de la habitación en apenas un instante.

Yang Qi estaba sentado de piernas cruzadas dentro de ese megamamut formado de energía verdadera, era tan grande que abarcaba casi toda la habitación.

—¿Usurpar vida de los Cielos? Usurpar vida de los Cielos… Céntrate en hacerte más fuerte. Comunícate con la energía espiritual de los Cielos y la tierra, y la quintaesencia del sol y la luna. Usurpa la vida. Transforma el ser…

Este era un proceso de no solo alcanzar la más alta comprensión, sino de ir más allá. Poco a poco se daba cuenta de que hasta el aire a su alrededor en realidad era heterogéneo. Estaba repleto de elementos que podían ayudar a los seres vivientes a crecer, podía ayudar a las plantas a florecer, y podía ayudar a los humanos a trascender a niveles más altos. Era energía, algo extraño y maravilloso que no podía tomarse a la fuerza dentro del cuerpo.

Era la energía espiritual de los Cielos y la tierra.

En la Usurpación de Vida, los humanos ascendían a un nivel capaz de absorber esa energía, capaz de traerla a sus cuerpos, y de usarla para crear esencia de fuerza vital, para reponer la energía verdadera personal, para transformar el cuerpo carnal, para adquirir gran poder, para añadir esperanza de vida, y para purificar la mente.

Unos de los cambios más fundamentales, era que, con solo un movimiento de su mano, un Usurpador de Vida era capaz de crear una resonancia con la energía espiritual de los Cielos y la tierra, de ese modo podían atacar enemigos o crear fenómenos astrológicos.

Un ejemplo era la Esgrima de las Cuatro Estaciones de Yang Qi, si llegaba al nivel de Usurpación de Vida, podría usar la energía de espada de la nieve invernal para generar verdaderas tormentas de nieve.

Si lograba seguir usurpando la vida de los Cielos, y llegaba a la Usurpación de Vida quinaria, o hasta mejor, a la septenaria u octonaria, entonces podría hacer cosas aterradoras en un rango de cincuenta a quinientos kilómetros. El viento, la lluvia, la nieve, el relámpago; todo eso estaba dentro de las posibilidades.

—Dragón azur. Tigre blanco. Ave Bermellón. Tortuga Negra…

El megamamut de energía verdadera de Yang Qi trompeteaba fuertemente, y mientras lo hacía aparecían más manifestaciones de animales divinos, todos se inclinaban de manera servil.

Los mamuts divinos eran dioses para la legión divina, y fueron creados para ser los líderes de toda la creación. En el interminable mar de mundos, planos e infiernos, eran las únicas bestias divinas capaces de forzarlo todo a someterse.

Los ojos de Yang Qi se abrieron de golpe, levantó la cabeza y rugió.

Su energía verdadera salía por sus poros, y su Crisol del Fuego Infernal transformaba la energía medicinal en su interior en quintaesencia de fuerza vital.

Inhala… Exhala…

A medida que llevaba a cabo sus ejercicios de respiración, la energía verdadera saturaba la habitación, y poco a poco salió para conectarse a las nubes, las cuales empezaron a agitarse y dar vueltas hasta convertirse en un vórtice.

En este momento, Yang Qi era como una mariposa dentro de su capullo, tan solo esperaba para emerger al mundo.

Pero entonces…

La energía medicinal en su Crisol del Fuego Infernal se disipó súbitamente. Ya no le quedaban píldoras medicinales.

Necesitaba aún más quintaesencia de fuerza vital de la que ya había generado.

Sin suficientes medicinas espirituales, la partícula veintiuno no podía hacer más que sumergirse al silencio.

—Ah… —Suspiró y volvió a poner bajo control su energía verdadera.

El megamamut se desvaneció, y el color dorado que lo conformaba lo hacía ver como algún tipo de dios de los Cielos que se estuviera sumergiendo lentamente de vuelta a su cuerpo.