Monarca Sabio - Volume 1 - SM - Capítulo 226

Capítulo 226: Demandando Piedras espirituales.

El Viejo Superdestrucción finalmente estaba convencido de que Yang Qi estaba cualificado para discutir con él. Y el hecho de que tuviera a Huang Hou parecía indicar que de verdad poseía información confidencial sobre el Príncipe Heredero.

Huang Hou era un neófito sagrado, el tipo de persona capaz de convocar la lluvia y el viento en el mundo exterior. Una sola palabra suya bastaba para masacrar y saquear a un clan poderoso. Hasta los clanes aristocráticos más poderosos del continente evitarían en lo posible ofenderlo por temor a ser erradicados.

Era tan famoso que la Alianza Velo Celestial había puesto recompensa a su cabeza desde hacía tiempo. El mismo Viejo Superdestrucción había ideado numerosos planes para matarlo, y ninguno había funcionado. Pero aquí estaba actuando como si fuera un perro faldero de Yang Qi.

—Habla Yang Qi, —dijo Viejo Superdestrucción—. Si tienes evidencia que apunte a la dimensión alterna en la que el Príncipe Heredero se oculta, entonces la Alianza Velo Celestial te dará lo que quieras. El Joven Maestro Velo Celestial ya ha acordado una buena recompensa para ti.

—¿Recompensa? —sonrió Yang Qi—. Sea lo que sea que haya decidido, no lo quiero. Mira no estoy solo planeando entregarles la información sobre el Príncipe Heredero. Tengo un mapa que lleva directo a él. Y también sé cuál es su siguiente movimiento. Pero a cambio de todo eso, necesito algo específico. Tesoros. ¡Y muchos!

—¿Tienes un mapa completo? ¿Y sabes cuál será su siguiente jugada? —Los ojos del Viejo Superdestrucción resplandecieron con asombro. —Muy bien. Di tu precio.

—Mil armas espirituales. Cien mil piedras espirituales de grado real. Diez mil piedras espirituales de grado imperial. Mil piedras espirituales de grado soberano. Y al menos cinco tesoros mágicos equivalentes al Portal del Gran Vacío, cosas que puedan extraer objetos de dimensiones alternas.

—¿¡Qué!? —dijo el Viejo Superdestrucción con ojos llenos de ansia asesina—. ¿Estamos codiciosos eh? La Alianza Velo Celestial quedaría en la ruina si intentara pagar todo eso. Me temo que ni tu Instituto Semi-Inmortal tendría tantas riquezas, probablemente ni siquiera la Montaña Colgante las tenga.

—¿De verdad quieres llegar a este acuerdo? ¿Mil armas espirituales? ¿Tienes idea de lo que es un arma espiritual? Una sola equivale a un Usurpador de Vida. Extraen la energía espiritual de los Cielos y la tierra y la quintaesencia del sol y la luna para que un arma obtenga consciencia espiritual. ¿Acaso crees que crecen en cualquier parte como un repollo y que puedes conseguirlas como si nada? ¿Y tienes alguna idea de cómo son las piedras espirituales? Al parecer no tienes idea. Una piedra espiritual de grado real podría comprar una ciudad entera! Y sin siquiera mencionar una de grado imperial o soberano. ¡El cultivo normal solo se puede practicar con piedras espirituales de grado alto o supremo! ¿Quién te crees que eres? Ni el mismísimo Joven Maestro Velo Celestial podría usar piedras espirituales de grado real o imperial para cultivar. Dudo que siquiera los Grandes Sabios sean tan ricos.

—Mira, cálmate, —dijo Yang Qi tranquilamente—. Quizás mi precio sea un poco alto, ¿pero tienes idea de quién es el Príncipe Heredero? Olvida el hecho de que sea el supuesto siguiente rector del Instituto Semi-Inmortal, es un dios de los Cielos descendido en el mundo mortal, alguien que alberga un secreto monumental. Si tu Joven Maestro Velo Celestial lo lograra matar y usara alguna magia demoníaca para refinarlo en una encarnación extracorporal, una segunda divinidad naciente, entonces llegar al nivel de Gran Sabio sería sencillo. No solo eso, sería más poderoso que cualquier otro Gran Sabio en su nivel. Debes saber bien lo fuerte que es el Príncipe Heredero, y el aterrador poder que posee.

El Viejo Superdestrucción se le quedó mirando sin palabras. Había encabezado la Alianza Velo Celestial creada con el propósito especifico de lidiar con el Príncipe Heredero. Sabían más de él que cualquier otra persona u organización y pagarían lo que fuera para matarlo.

Lamentablemente, el precio que Yang Qi solicitaba era simplemente absurdo.

—Sé que tú y el Príncipe Heredero son enemigos, —dijo el Viejo Superdestrucción—. Matarlo también te beneficiaría. ¿Por qué no unimos fuerzas? Si nos dices dónde está, podemos ir juntos a matarlo. De esa manera ganamos los dos. ¿Qué te parece? Él mismo tiene bastantes tesoros. Si unimos fuerzas podemos dividir el botín entre los dos. Dada la cantidad de artefactos antiguos a los que tiene acceso, o sus tesoros deberían alcanzar un valor similar al precio que has demandado.

Yang Qi empezó a reír. —¿Crees que soy tonto? Trabajar con ustedes sería como pedirle su piel a un tigre. Preferiría sacar provecho de antemano antes que tener potencial acceso a un tesoro oculto. Aunque sí que tienes razón. El Príncipe Heredero posee bastantes tesoros. Una vez que lo maten lo tendrán todo y seguro sobrepasará lo que me hayan pagado. Solo estoy pidiendo un anticipo, ¿cierto? Mira. ¿Tenemos un acuerdo o no? ¿O necesitas la aprobación del Joven Maestro Velo Celestial?

—No necesita “conseguir la aprobación”. ¡Yo tomo las decisiones!

¡BOOOOOOOM!

En apenas un abrir y cerrar de ojos, un espíritu divino apareció desde las profundidades de un espacio inconmensurable que pulsaba una energía diabólica y demoníaca interminable, blandía una lanza en mano que extendía hasta los Cielos. Detrás de él había millones y millones de almas vengativas, los seres vivos que había matado y convertido en dioses fantasmagóricos o espíritus diabólicos.

El Joven Maestro Velo Celestial había llegado.

Yang Qi había visto antes al Joven Maestro Velo Celestial, y no había sentido nada particularmente extraordinario. Pero eso era porque la energía del Joven Maestro Velo Celestial había estado centrada en el Príncipe Heredero. Esta vez, Yang Qi sí que podía sentir la presión inconmensurable que emanaba.