Monarca Sabio - Volume 1 - SM - Capítulo 113

Capítulo 113: Los Diablos en Caos.

Yang Qi había matado a cinco sierpes de riada negras al nivel de Usurpación de Vida, y había adquirido cinco núcleos demoníacos. Eso sin dudas era suficiente para ayudar a sus tres hermanos a llegar al nivel de Usurpación de Vida.

Los dos adicionales los arrojó a su Crisol del Fuego Infernal.

Ignoró las fluctuaciones de energía que acababa de notar y se centró en absorber el poder de los núcleos.

Cada uno tenía más o menos el tamaño de una cabeza humana y brillaban con una luz como de la luna, además de contener una imagen que parecía una sierpe de riada negra consumiendo la luna. El poder en esos núcleos era suficiente para arrasar con una pequeña ciudad.

Pero en este momento, la quintaesencia dentro de esos núcleos estaba siendo convertida por el Crisol del Fuego Infernal y convertida en poder para Yang Qi, la fusionaba con su técnica de la Espada de la Llamarada Cósmica y la Fuerza del Mamut Divino Supresor Infernal. A medida que lo hacía, la partícula cincuenta dentro de él despertó, y le dio acceso al poder de cincuenta de esos antiguos megamamuts. Y eso significaba que ahora podría entrar a la Usurpación de Vida terciaria.

Sin embargo, después de absorber los dos núcleos demoníacos de las sierpes de riada negras, se encontró en un atasco, lo que quería decir que le haría falta un poco más de tiempo. Calmó su base de cultivo, se puso de pie, y levantó la mirada hacia la superficie, la cual era la fuente de las fluctuaciones que detectaba.

Las fluctuaciones incluso habían despertado a algunas de las entidades poderosas que acechaban en muchas de esas fosas marinas.

Yang Qi se quedó observando como más de cien sierpes de riada negras al nivel de Usurpación de Vida emergían desde las profundidades de los ríos submarinos y desataban una energía demoníaca que fluía hacia la fuente de esas fluctuaciones.

Al mismo tiempo, el enorme palacio cristalino en el centro de la planicie, la Gruta de la Sierpe de Riada Negra, empezó a pulsar con una luz extraña. Al parecer se estaba activando alguna formación de hechizos. enorme.

—«¡Qué lástima!» —pensó Yang Qi mientras sacudía la cabeza ante la escena—. «No puedo seguir avanzando.» —Sería una locura intentar entrar a la Gruta de la Sierpe de Riada Negra ahora. —«Me pregunto que experto habrá llegado.  ¿De verdad alguien está intentando atacar la Gruta de la Sierpe de Riada Negra? ¿Acaso no le teme al Rey Sierpe de Riada Negro? Mejor me escabullo y salgo a la superficie a ver lo que sucede. Las sierpes de riada negras tienen la ventaja en el agua, pero allí arriba, sería al contrario.»

Así que aprovechó el caos y empezó a subir sigilosamente a la superficie.

En cuanto salió del agua, extendió sus alas y se elevó a lo alto del cielo. Al voltear hacia el agua, pudo notar que había unas grandes olas que se movían de un lado a otro. Se estaban desatando varias artes energéticas que generaban unos pilares de agua descomunales que se disparaban decenas de metros en el aire antes de caer.

Al parecer estaba ocurriendo alguna gran batalla bajo el agua entre dos grandes expertos.

En este momento no temía para nada. Ahora que estaba fuera del Mar Negro, solo le hacía falta un movimiento de sus Alas del Demonio Diabólico para escapar de cualquier enemigo que intentara atacarlo.

Básicamente podía ir y venir como quisiera.

Repentinamente se formó una enorme burbuja de agua y luego explotó, lo que reveló a un joven de azul que sostenía una gran lanza en su mano. No era un arma de energía, sino corpórea, y surgía con una energía espiritual que indicaba que era de hecho un arma espiritual.

Esta era mucho más poderosa que el tridente que Yang Qi había terminado de forjar, pero el joven de azul era aún más poderoso que su arma. Su energía verdadera repentinamente apareció para crear una armadura azul, así como un par de alas espectaculares.

No solo eso, las fluctuaciones de energía verdadera que pulsaban de su ser lo hacían ver como si fuera capaz de controlar todos los flujos de agua bajo los Cielos.

Fueran las nubes, la lluvia, o hasta la niebla del Mar Negro, este joven podía manipularlo todo.

Su aura sobrepasaba incluso al Usurpador de Vida terciario Longxuan Ye, a quien Yang Qi se había encontrado en el Pico Muchasflores. Al parecer tenía que haber llevado a cabo al menos cinco usurpaciones de vida.

Con razón tenía tanta confianza para entrar al Mar Negro y enfrentarse a las sierpes de riada negras.

—«Me pregunto de dónde viene este tipo. Usa artes energéticas de tipo agua, eso está claro.» —Mientras Yang Qi lo examinaba, el joven de azul encaraba nueve sierpes de riada negras.

A la cabeza de estas había una sierpe de riada cuyas escamas parecidas a una armadura resplandecían con una luz brillante. Tenía cinco garras y unos cuernos curvos que la hacían ver casi como un dragón negro. Sobre su cabeza había un chico en una túnica negra que sostenía una alabarda.

Ese chico no era una manifestación de Energía Verdadera Humanoide, sino una divinidad naciente creada por el alma de esa sierpe de riada negra, lo que la hacía mucho más poderosa.

—«¡Ese líder de las sierpes de riada negras es increíble!» —De hecho, Yang Qi podía ver claramente que no era de ningún modo inferior la joven de azul.

—De verdad crees que puedes venir así nada más a la Gruta de la Sierpe de Riada Negra, ¿chiquillo? —dijo la sierpe de riada—. ¿Tienes idea de lo poderosos que son los reyes demonios de las setenta y dos grutas? Cultivas el Tsunami del Rey Marino, ¿cierto? Esa es una técnica consumada del Instituto del Dios Marino, lo que te hace como un rey del mar. Pero lamentablemente para ti, soy uno de los genios de la Gruta de la Sierpe de Riada Negra. Te voy a capturar, extraeré tu alma y entonces le arrancaré todas las técnicas.

—¡Sigue soñando monstruo endemoniado! —El joven de azul dio la vuelta y salió disparado a lo lejos.