Monarca de la Noche Eterna - Volume 1 - MEN Volumen 1: Capítulo 20

Volumen 1: Capítulo 20 – Barriendo a Través de Todo

Qianye ganó naturalmente esta ronda.

El capitán que actuaba como juez declaró la victoria de Qianye, su mirada hacia Qianye contenía ligera admiración.

Wei Potian casi se había derrumbado después de haber terminado de vomitar y luego llevado por sus compañeros.

Poco después, Qianye encontró un nuevo oponente que era un Luchador de rango dos. En el momento en que se precipitó, Qianye desató una ráfaga de ataques como una tormenta, golpeando a su oponente y sin darle ninguna oportunidad de tomar represalias. Este parecía aún más débil que Wei Potian, y Qianye lo saco del ring antes de que pasara un minuto.

Después de eso, los oponentes subieron uno tras otro, y luego bajaron uno tras otro. Qianye adquirió cinco victorias consecutivas en un abrir y cerrar de ojos.

A partir de las reacciones y los susurros de los espectadores, podía decir que muchos de los que vinieron a participar en el examen eran considerados expertos en combate. Otro que había luchado contra Qianye sorprendentemente conocía un arte de combate secreto también.

Sin embargo, en el momento que este individuo subió, Qianye intercambió inmediatamente tres golpes con él y batió a fondo el impulso imparable de su oponente en una defensa de tortuga. En sólo un minuto, este experto en combate fue eliminado.

Si el niño no hubiera gritado el nombre del arte de combate secreto inmediatamente después de subir al escenario, Qianye no habría pensado que también tenía un arte de combate secreto.

Sin embargo, de principio a fin, Qianye no fue capaz de presenciar cómo el arte del puño secreto llamado “Ruptura de la Miríada de Función Metálica con Flujo de Fuego” se veía.

Después de unas cuantas rondas, Qianye descubrió que estos llamados expertos eran inesperadamente débiles hasta el punto de no poder soportar un solo golpe. En comparación, Wei Potian podría ser considerado el más fuerte de todos ellos, ya que Qianye en realidad tuvo que usar algo de fuerza para derrotarlo. Sin embargo, ya que Wei Potian había sido el primero, Qianye terminó reteniendo la mayor parte de su poder después. En última instancia, ninguna vida se perdió.

Después de luchar por cinco rondas, Qianye sintió que había calentado, su deseo de luchar ardía en su pecho. Miró a su alrededor esperando que aparezca su siguiente oponente.

Sin embargo, en respuesta a su espera, lo que vino no fue un oponente, sino un rugido furioso del juez. “¡Ya has pasado! No ocupes espacio, ¡Mantente al margen!”

Sólo entonces Qianye se dio cuenta de que ya había ganado cinco veces seguidas.

Este examen parecía un juego de niños para Qianye. En comparación con el entrenamiento de combate donde cada ataque era sólido y posiblemente fatal, la diferencia era como el cielo y la tierra.

Qianye salió de la arena. Todos los examinados que lo habían visto pelear tenían miedo intenso en sus ojos.

Los ataques de Qianye parecían ordinarias al principio, sólo rápidas, feroz y precisos. Las técnicas de combate que usó de vez en cuando eran sólo movimientos toscos que cualquier principiante de combate cercano podría conocer. Qianye era especialmente talentoso para aprovechar los errores. Con la más mínima de las aberturas, podría convertirlo en una gran ventaja y aprovechar la victoria.

Sin embargo, incluyendo a los examinadores, las expresiones de los pocos expertos en la multitud cambiaron. ¡Comprendieron claramente que las técnicas de combate usadas por Qianye eran para matar en el campo de batalla!

Este tipo de técnicas de combate no tenía trucos ni finura. Sólo trataron de tomar la vida del oponente de la manera más simple y directa. Este tipo de técnica de combate era tan sencillo, simple y brutal el cual era más difícil de tratar.

¿Quién es esa persona? ¿De dónde vino?

Algunos examinadores ya tenían algunas respuestas en mente. Uno de ellos fue el Campamento de Entrenamiento del Manantial Amarillo. También había varios otros lugares misteriosos que no eran inferiores a él.

Qianye no lo sabía todavía, pero ya había recibido un nuevo apodo entre los examinados. Lo llamaron Maníaco. Qianye, un joven que parecía delicado hasta el punto de ser algo frágil, en realidad lucharía como un maníaco al entrar en la arena.

Qianye fue el más rápido para terminar el examen de combate. Necesitaba esperar que todo el lote de examinados terminara antes de participar en el último examen con ellos como grupo.

Qianye caminó hacia el área de descanso al lado de la arena y se sentó en un lugar aleatorio, bebiendo lentamente de una taza de agua. No mucho después, los examinados llegaron al área de descanso uno por uno. Todos sentían un miedo intenso cuando vieron a Qianye. Todos ellos se mantuvieron alejados de él a pesar de no haberlo planeado de antemano.

Después de unos minutos más, Wei Potian se acercó y se sentó junto a Qianye.

“¿Lograste pasar?” Qianye lo miró y preguntó, ligeramente curioso.

Wei Potian lo miró con los ojos muy abiertos y dijo airadamente, “¿Qué quieres decir con ‘lograste’? ¡¿No ves que soy, Wei Potian?! Piensa en el poder del arte secreto de mi Clan Wei, Mil Montañas. ¿Cómo podría ser incapaz de lidiar con una ocasión tan trivial? Mil Montañas es—”

Se podría decir que estas líneas se habían hablado muchas veces antes como un alarde, saliendo en un instante, pero Wei Potian de repente dejó de hablar. Su boca estaba boquiabierta, tenía la lengua atada y su expresión se congeló de una manera desagradable.

En la arena, Wei Potian fue golpeado recientemente hasta el punto de no poder tomar represalias. Incluso había vomitado en la escena. Cuanto más se jactaba del poder de las Mil Montañas, más cara perdería.

Cuando su tez se quedó pálida, Wei Potian de repente recordó el collar y la pulsera que perdió contra Qianye. Sólo una mirada a esta cara decía que su autoridad entre su familia probablemente era bastante alta.

Mirando fijamente a Qianye, Wei Potian no sabía qué decir, pero tampoco podía tragarse esa sensación de opresión en su pecho. Él inmediatamente gruñó, “¡No eres tan increíble! Yo-si…”

El resto de la oración debía ser, “Si luchamos de nuevo, entonces eso sucederá.” Sin embargo, sólo después de que la mitad de la oración salió de su boca, Wei Potian se dio cuenta de que, no importa cuántas veces ellos lucharan, el resultado probablemente sería el mismo. Mientras una persona no pudiera suprimir a Qianye en términos de poder origen, su estilo de combate simplemente no podría ser contrarrestado.

Después de atragantarse con sus palabras durante tanto tiempo, casi hasta el punto de vomitar una bocanada de sangre, Wei Potian finalmente dijo, “¡Maldita sea!”