Liberen a la Bruja - Volume 3 - RW – Capítulo 236

Capítulo 236: Accidente químico

Roland inmediatamente se precipitó hacia el laboratorio junto al río Redwater. Al llegar al lugar, Roland descubrió que el daño no era tan severo como había imaginado. Al menos el edificio principal de refinación de ácido carecía totalmente de daños, mientras que las ventanas en el edificio lateral se encontraban hechas pedazos.

“Mi Señor, ¡por favor, salve a nuestro maestro! Él están tan mal herido, casi al borde de la muerte.”

Al ver que Roland apareció, el grupo de discípulos inmediatamente se reunió a su alrededor, pero fueron detenidos ágilmente por sus guardias personales. Roland agitó la mano, indicando que no necesitaban estar tan ansiosos: “¿Dónde están los otros? Déjame mirarlos a ellos primero.” Luego se giro a Carter y susurró: “¿Dónde está Nana?”

“Ya he enviado a alguien, así que calculo que ella llegara aquí pronto.”

“Muy bien.”

Roland asintió y después entró al laboratorio, bajo la protección de sus guardias.

Kyle Sichi se encontraba tumbado en el suelo, y había una mancha de sangre en el suelo, la cual se encontraba extendiéndose desde él, hasta la habitación lateral, dándole la idea general de que el accidente debió haber ocurrido en la habitación lateral y que se había sido arrastrado a la habitación principal después. Su rostro era sólo una masa indistinta, con la sangre y otros líquidos mezclados juntos, que debieron haber sido causados ​​por el ácido fuerte que le salpicar durante la explosión. También le hacían falta varios dedos en sus manos, y podía ver las falanges de los dedos blancos.

Los aprendices ya le habían proporcionado tratamiento de emergencia, permitiendo a Roland ver que también habían enfrentado situaciones similares en la ciudad de Redwater. Llevaron primero a la gente lejos del peligro, después hicieron presión en la herida para detener el sangrado, y finalmente entonces buscaron ayuda… esas normas de seguridad se hicieron de manera correcta. Sin embargo, recibir ese tipo de lesión, y sólo tener la medicina herbolaria y la capacidad curativa del cuerpo como tratamiento, conduciría a diez de cada diez personas morir.

Roland ordenó a sus guardias que esperaran en la puerta sin dejar entrar a nadie. Antes de que Nana llegara, Carter y él entraron en el cuarto lateral, para tratar de encontrar los dedos del alquimista. De lo contrario, incluso si la niña curaba sus heridas, él ya no sería capaz de realizar sus experimentos químicos, lo que sin duda sería una gran pérdida para la Ciudad Fronteriza.

“Parece como si una explosión violenta hubiese sucedido por aquí,” dijo Carter, y luego señaló su nariz. “Además, aquí hay un olor desagradable.”

“Ese es el olor del dióxido de nitrógeno.” Roland cuidadosamente barrió su mirada por toda la habitación. Observando que todas las ventanas se encontraban abiertas, llegó a una conclusión de que la posibilidad de envenenamiento no era grande, a lo mucho, sólo había algunos restos de humo que aún no habían desaparecido. En la etapa de prueba, una botella rota fue colocada sobre la mesa, su ácido que había caído sobre la superficie de la mesa, se reunió en el suelo y dejó un remiendo húmedo.

“Recuerda que al buscar a través de las herramientas, no tienes que tocarlas directamente con tus manos” le recordó el príncipe a Carter. “Hay guantes en el armario.”

Dado que la habilidad de Soraya había evolucionado, también había enviado una docena de pares de guantes finos y anticorrosivos al laboratorio, pero al ver las horribles lesiones del alquimista, era evidente que había estado trabajando en la solución de prueba sin usarlos. En caso de que se hubiera puesto los guantes, incluso si la explosión hubiera golpeado sus dedos, por lo menos sus dedos todavía estarían dentro de los guantes.

Cuando Roland miró a través de la mesa sobre el puesto de pruebas, algo inusual atrajo su atención. Después de tomar la botella inusualmente colocada y mirarla más de cerca, se encontró convencido de que en realidad era el licor que vendía en el mercado de conveniencia, y la cantidad que se quedaba en su interior mostraba que había estado bebiendo mucho, dejando sólo la mitad de una botella detrás.

¿Kyle realmente trajo licor blanco al laboratorio? ¡Es difícil imaginar que un alquimista experimentado este bebiendo durante un experimento!

“Su Alteza Real, la señorita Nana ha llegado.” Dijo un guardia.

“Bien, sigan vigilando la puerta, no dejen entrar a ninguno de los aprendices,” dejando atrás a Carter, quien siguió rebuscando en el caos para encontrar los dedos, Roland inmediatamente regresó a la sala principal.

“¿Es él?” Para Nana, el tratamiento de ese tipo de lesiones ya no era nada fuera de lo común. La niña que antes tenía tanto miedo de ver sangre y se desmayaba cada vez que se encontraba con heridas terribles, había crecido mucho, ya fuera en cuanto a se refiere su capacidad o coraje.

“Primero comienza curando las heridas de corrosión en su rostro,” Roland asintió. “Carter está actualmente buscando sus dedos perdidos, cuando los encuentre, podrás unirlos de nuevo más tarde.”