Liberen a la Bruja - Volume 3 - RW – Capítulo 229

Capítulo 229: En la víspera del día de la vuelta

En el tercer día, afuera de la puerta de la ciudad oriental de la Ciudad del Rey.

Nightingale se encontraba escondinda en su mundo de niebla observando con calma el grupo de refugiados vestidos de mala manera. Bajo la habilidad de manipulación de sonido de Echo, una ola de refugiados tras otro se reunió y se movió lentamente con Sr Brian hacia el muelle.

Hoy en día ya no actuaron de la misma manera como lo hicieron hace dos días, donde tenían que abrirse paso a través de los refugiados para llegar al borde del campamento, siempre rompiendo solo pequeños fragmentos de gente a la vez. Después de que un número significativo de refugiados fuera movido hacia el resto de personas, ellos notaron movimiento, así que mientras una oleada de gente fuera trasladada lejos de la orilla, el resto podría continuar caminando. Hasta ahora, incluso los guardias de la muralla de la Ciudad del Rey habían notado lo que pasaba en su alrededor, pero desde su punto de vista sólo deseaban que esos apestosos refugiados se apresuraran y finalmente se fueran de ese lugar.

Todo el proyecto se encontraba progresando muy bien, el número de refugiados en el distrito oriental ya era mínimo, mientras que la gente de la Puerta Norte tomó por si solos la iniciativa de acercarse a su lado. Tal vez al caer el sol, les seria posible navegar tranquilamente con todos.

En ese momento todo el mundo parecía estar ocupado, sólo Nightingale parecía estar tranquila. Comparada con Echo, quien se encontraba rodeada por una capa de “mercenarios”, que eran los responsables de llevar a los refugiados, y Lily, quien estaba bajo la fuerte protección del Primer Ejército y constantemente produciendo el agua purificada, el trabajo de sus propios guardias parecía ser redundante.

Sólo cuando los “mercenarios” tuvieron que llevar a pacientes que estaban demasiado enfermos para moverse por sí mismos, era necesario que ella estuviera vigilante. En ese momento, Nightingale notó que Echo levantó su cabeza para mirar la magnífica puerta del este y suspirar suavemente.

“¿Qué pasó?” preguntó Nightingale después de pasar.

“No es nada, estoy un poco desanimada”, la expresión de Echo se volvió un poco triste, “Antes de que me vendieran a Ciudad del Rey, sufrí demasiado en todo el camino hasta llegar aquí. Hasta ahora, siempre pensé que la razón por la que eran tan fríos conmigo era debido a mi identidad como una Persona de la Arena, siendo algo extraño para la gente de Graycastle. Pero ahora parece que son igualmente despiadados con su propia gente, lo que me demuestra que no hay mucha diferencia entre ellos y la gente de Ciudad de Arena de Hierro”.

Recordando que Echo fue comprada y vendida como esclava, Nightingale no supo cómo responderle. Al final, ella solo le dio unas palmaditas en su hombro y le dijo con cierta comodidad: “Pero no todos son como ellos, también hay mucha gente con buenas intenciones, como nosotras sus hermanas de la Union de las Brujas y también … Su Alteza”.

“¿Quieres decir … que Su Alteza puede realmente terminar con las disputas?” Echo susurró: “Independientemente de si viven en los enormes Reinos, la Nación de la Arena, los Fiordos, o son sólo gente común o brujas, ¿crees que ellos pueden todos vivir juntos libremente y en paz, sin necesidad de luchar entre sí? “.

“En caso de que lo haga Su Alteza, creo que será posible” replicó Nightingale con un tono alegre. “Y no son esas máquinas extrañas o las espantosas armas las que me dan la sensación, él mismo es… siempre se siente como si Su Alteza Real y nosotras no fuéramos el mismo tipo de persona”.

“Por supuesto que no es como nosotras. Es el Príncipe del Reino de Graycastle.” Menciono Echo.

“No, este sentimiento no tiene nada que ver con su identidad o su estatus”, sacudió la cabeza, “No puedo decirte de dónde viene exactamente este tipo de sentimiento, es simplemente mi intuición, nada más. Tal vez la gente como Su Alteza Real, quienes pueden llegar a tantas teorías extrañas y excéntricas … incluso querer estudiar repetidamente todas las habilidades de las brujas hasta que las entienda a fondo, sólo tienen un tren diferente de pensamiento que las otras personas no tienen. De todos modos, si lograra algo tan sorprendente, no siento que sea tan extraño”.

“Realmente tienes confianza en él,” Echo se echó a reír, minimizando inmediatamente la expresión triste en su rostro, “Espero que algún día pueda regresar al Sur y encontrarme con mi gente”.

¿Confianza? Respecto a algunos aspectos, sí, pero con respecto a otros… ella no estaba tan segura. Nightingale no era capaz de dejar de mirar hacia el occidente, y preguntarse ¿qué es lo que se encontraba haciendo, ahora que no estaba a su lado? ¿Estaba ocupado dibujando esas extrañas máquinas, o estaba junto a Anna … sacudió la cabeza con fuerza, tratando de dispersar tales pensamientos.

De todos modos, al final de este día, nos iremos de vuelta a Ciudad Fronteriza, pensó Nightingale, y cuando volvamos, puedo preguntarle lo que sea, y no podrá mentirme.