Liberen a la Bruja - Volume 3 - RW – Capítulo 228

Capítulo 228: Faceless (Sin Rostro)

La abuela recuperó su daga y la dejó caer al suelo. Luego recogió la botella de medicina, la frotó en su cuerpo para limpiarla y se la devolvió al sacerdote.

“Bien hecho”, Ferry asintió con la cabeza, “Ahora arrastrarlo fuera y hágase cargo de su cadáver”.

“Sí” respondió ella con una voz ronca, arrastrando el cadáver sin ningún esfuerzo, a diferencia de una vieja.

Después de que la gerente se marchara, el sacerdote Shattrath preguntó: “Que la caravana y las brujas estén trabajando juntos ya es imperdonable, y si no recuerdo mal, no era el Cuarto Príncipe, Roland Wimbledon quien fue asignado a Ciudad Fronteriza?.

“Si es verdad o no, sólo lo sabremos después de que enviemos a alguien a examinarlo” dijo Ferry con una expresión seria. “Pero creo que la posibilidad de que nos mintió no es probable. Siempre y cuando envíen algunos ojos encima de las murallas de la ciudad para echar un vistazo, deberíamos ser capaces de notar la situación de los refugiados. Así que si él quería fabricar una mentira a cambio del Santo Elixir, al menos habría tomado una que hubiera sido más difícil de verificar”.

“Enviare a alguien para que revise de inmediato la situación” dijo el sacerdote inclinándose.

“Continúe adelante e investigue la información, vuelva pronto después y reporte lo que encontró a mí”.

Ferry caminó lentamente hacia la mesa, se sentó y comenzó a jugar con el Elixir en sus manos. Esos refugiados se suponían ya estaban en la bolsa. Después de todo, para controlar sus movimientos y evitar que huyeran de la plaga demoníaca por sí mismos, había contratado a las ratas callejeras de la organización Dreamland, y les ordeno mezclarse con los refugiados. Allí difundirían la noticia de que la Iglesia iría pronto a salvarlos. Mientras pudieran aguantar unos días más, no sólo recibirían la redención de Dios, sino también la posibilidad de que fueran aceptados por la Iglesia y se convirtieran en ciudadanos de la Ciudad del Rey. En cuanto a esas ratas, en su mayor parte se encontraban ya infectadas por sí mismas, y debido a eso, no se escatimaron ningún esfuerzo para cambiar información por el Santo Elixir.

En el caso de que la información dada por la rata fuera correcta, significó que ese grupo de personas al menos comenzaron a transportar a los refugiados desde ayer. Además, según su postura, no le gusto que se marcharan en el transporte, pues era equivalente a obstaculizar severamente sus propios planes. Aún más grave, parecía que estaban trabajando junto con una bruja ya que Ferry estaba convencido de que sólo una bruja sería capaz de curar la peste demoníaca.

“Su Reverencia me he ocupado del cuerpo.” La anciana entró de nuevo en la habitación secreta y cerró cautelosamente la puerta sin hacer ruido. “¿También, algunas caídas realmente se mostraron?”.

“Por supuesto” dijo Ferry bajando la voz, “y tal vez hay más de una.” Por un momento, hizo una pausa: “Además, como no hay ningún extraño aquí, no hay necesidad de finjas ser fea, no hay ningún extraño aquí, así que verte así es detestable”.

“Sí”.

Se inclinó en una postura de cangrejo, y todo su cuerpo comenzó a emitir un sonido crujiente y un sonido de traqueteo, como si todos los huesos de su cuerpo comenzaran a frotarse los unos con los otros. Seguido por un rápido aumento de su estatura, en un abrir y cerrar de ojos su cabello gris se volvió negro, y su piel la cual se encontraba llena de arrugas y flácida poco a poco comenzó a regresar a su forma natural de nuevo. Estirándose tensamente pero flexible una vez más, como si el tiempo de su cuerpo hubiera fluido hacia atrás. Cuando finalmente enderezó su cuerpo, se convirtió en una mujer hermosa y encantadora.

“Eso es mucho mejor”, Ferry sonrió satisfecho, “si recuerdo bien, este tipo… había sido ahorcado en la puerta, ¿no?”.

“Sí, mi Señor”, asintió ella, “de los cuatro ella es la persona con la que pasaste más tiempo”.