Kuranmūnsutā - Volume 4 - KMS Volumen 4 – Capítulo 3

DESESPERACIÓN

…

Bajo los fuertes rayos del sol, una joven de hermosa se encontraba en u n estado de soledad. A su alrededor no había nadie, no había ninguna persona, los rayos del sol, que pensaba que caía sobre su rostro, eran los más calientes que había sentido desde que nació. Pero l a verdad, fue… que sólo era una iluminación de una lámpara de unas de las calles por la cual pasaban.

Una cosa si era cierta, no había nadie a su alrededor, podía sentir la soledad en ese mismo momento.

Para Emiya Sakura, este tiempo fue difícil.

“¿Me estoy volviendo loca?”. Se preguntó Sakura para sí misma, hace dos meses que no veía a los hermanos Hiromi, en su   desesperación pensó que la habían abandonado y no querían ser más amigos.

No fue hasta hace do s semanas que vio algo inconcebibles para muchos en el mundo.

Partículas de color brillantes se suspendían en todo momento por donde caminaba. Pero sólo había ocurrido por periodos de unos cuantos segundo y sólo tres veces desde entonces. Para Sakura en este momento, quien no podía encontrar ni a una sola persona, pensó que había caído en un profundo sueño en la cual iba quedar sola para siempre.

“Siempre he sido alguien débil”. Se dijo Sakura en un intento de no llorar.

A cualquiera le pasaría en un intento de recorrer la misma ciudad y no encontrar a ni un habitante, Sakura ya llevaba más de una semana en este oscuro mundo sólo con las iluminaciones de las calles que iluminaban sus pasos.

Sakura en simples palabras estaba a punto de volverse loca. ESte era un sueño en pocas palabras también, un sueño en el que entró por culpa de una entidad desconocida, para muchos sería los youkai, para otros sería los enemigos, pero para el que lo estaba viviendo, sería su propio demonio.

EL demonio mental de Sakura era la soledad, siempre estuvo con su familia, pero aun así  y por alguna extraña razón, siempre tuvo el temor de quedar sola. Sakura en estos momentos estaba en total cansancio, no podía caminar ya, le faltaba fuerzas. Hasta que ella no pudo aguantar más y comenzó a llorar. Sin que nadie más que la rescatara, Sakura se fue introduciendo más y cada vez más hacía la oscuridad de la nada.

Pero  hubo un momento en el que Sakura sintió que alguien llamaba su nombre.  Una suave y hermosa voz de una mujer, Sakura estaría feliz si fuera ese príncipe azul de cara de poker en el que pensaba. Pero no era así… La Sakura de ahora estaba distraída y no  pensaba en la mujer que la llamaba, ella sólo quería descansar en paz e irse sin sufrimiento en esta soledad.

“Siempre he deseado estar acompañada, siempre he deseado tener una relación”. Decía Sakura quien en ese momento ya no sentía nada.

…

Bajo los fuertes vientos de la tarde, otra joven mujer estaba caminando en la soledad misma, esta joven estaba en una pérdida, no tenía el brillo que traia sus ojos en el pasado, era como si fuera un alma sin luz, opaca y sin deseo de brillar.

No era para tanto decir, que Shiori no había encontrado nada con respecto a la situación de Arata, nadie le decía nada, para cuando Shiori decidió ir a la casa de de Arata, se había dado cuenta de que no sabía dónde estaba. Para ser exacto, Arata nunca le dijo que él vivía en el único lugar donde las personas normales no entraban, el lugar donde la familia más poderosa de Japón vivía,.

Después de unos largos pasos hacia su casa, sus pasó fueron más lentos, prácticamente tampoco tenía ganas de ir hacía su hogar. Su amiga Kaori tampoco se había mostrado, se sentía sola, no tenía con quien hablar en este momento y expulsar sus lágrimas que tanto había retenido hasta hoy. Fueron dos meses esperando hasta que Arata viniera, pero fueron dos meses en el cual se estaba torturando así misma.

Poco a poco ella se fue alejando cada vez más, en sus pensamientos caóticos, ella no fue capaz de pensar bien, tanto que no se acordaba que la única manera en la que podía encontrar a Arata era con su collar que estaba colgando en su cuello.

Pero cuando en su momento triste, en medio de la mitad de la calle solitaria al lado de un basurero, era casi imposible ver, pero Shiori vio una pierna en el suelo. Shiori se asustó, pero su corazón le decía que se acercara y no tuviera miedo. Shiori sólo era una chica, un cuerpo tirado en las calles, sólo era un cuerpo en el cual uno podría pensar, que estaría muerto, que estaría drogado, o sólo era un indigente que dormía en las calles, pero este no fue el caso.

Tomando valor, apretó sus dientes y avanzó con cuidado, para su sorpresa, un poco de sangre estaba saliendo del cuerpo de la joven que ella veía en el suelo, pero al siguiente momento ella reaccionó de manera exagerada cuando vio la identidad de la mujer.

“¡SAKURA!”.

Estando asustada por lo que estaba viendo, se acercó al cuerpo de Sakura quien estaba tirada en suelo y con heridas en todo su cuerpo. Su suave piel blanca y casi perfecta estaba cubierta por varios cortes profundos en su piel, eso no era nada, lo que era peor era la herida en su rostro, casi cubriendo su rostro. Para sorpresa de Shiori, ver esto, sólo pudo entrar en pánico.

la primera acción que pudo tomar Shiori en ese momento sólo fue la de llamar una ambulancia, no sabía que hacer después de eso, estaba aturdida en la desesperación, en sus alrededores no había nadie.

¿Cómo este lugar puede estar tan sólo en una tarde así?

pensando en todas las situaciones y no poder pensar en nadie más, Shiori pensó en Arata, ella lo conocía, sabía lo que muchos mortales normales no sabía. Ese mundo misterioso que en vez en cuando veo, para Shiori fue un susto, estas heridas para ella se sentían familiares. Shiori pensó y se calmó con el tiempo, ella no pudo evitar vomitar después de un tiempo. Shiori sintió que el tiempo pasaba lento.