Kage no Jitsuryokusha ni Naritakute! - Volume 5 - KJN – Capítulo 101

Escuchando gan, gan, gan, el sonido de algo siendo golpeado, Beta levanto la vista del libro que estaba leyendo.

Al moverse rápidamente por la espaciosa sala de archivos, se dio cuenta de que cierta parte de una pared vibraba en conjunto con los sonidos.

¿Hay alguien golpeando la pared desde el otro lado? En el instante en que ella pensó eso, la pared se derrumbo repentinamente, y dos figuras femeninas aparecieron desde el interior de la nube de polvo.

“¡OUCH!”

“aU……”

La adolescente de cabello negro había golpeado su rostro contra el suelo, mientras que la mujer de cabello rojo se asomaba por encima de ella.

“Esta pared era aparentemente mucho más frágil de lo que parecía.”

Beta reconoció el rostro de la chica de cabello negro que miro hacia arriba mientras se frotaba la nariz. Era Claire Kagenou, la hermana mayor del maestro de Beta.

“Por eso te pedí que lo hicieras con más cuidado…” Dijo la mujer pelirroja con un rostro sin expresión.

“¡Si nos tomamos nuestro tiempo, no lo lograremos! Milia, ¿te importaría bajarte ya?”

“Ah, lo siento, Claire.” La mujer pelirroja se bajo de la espalda de Claire, luego las dos se pusieron de pie mientras se daban palmaditas para quitar el polvo de la ropa de la otra.

“Entonces, ¿dónde estamos ahora?”

“La zona subterránea de la Torre Roja, creo…”

“Este es el archivo subterráneo de la Torre Roja.” Fue Beta quien ofreció una respuesta para aclarar la confusión de ambas.

Eso izo que las dos finalmente notaran que Beta estaba sentada en una silla.

“…… Parece que ya nos han visto.”

“Por eso te dije que lo hicieras con más cuidado…”

“De acuerdo, lo siento. Pero por lo que parece, nos hubieran visto de todos modos.”

Las dos desenvainaron sus espadas al mismo tiempo, enfrentándose a Beta, que seguía sentada en su silla. Beta suspiro mientras cerraba el libro.

“Ni siquiera yo imaginé que alguien entraría por la pared. Se supone que debo acabar con todos y cada uno de los testigos, pero…” Beta le echo un vistazo a Claire.

“Eso parece imposible en este caso. Ustedes, quietas.” Entonces Beta mando lo que parecía ser una orden. Pero aparentemente sólo había tres personas en esa habitación.

“No tengo intención de luchar. Así que, ¿podrías guardar tu espada, Claire-san?”

“¡…! ¿Me conoces?”

“Eres la última campeona del Festival del Dios de la Guerra, Claire Kagenou-san. ¿Estoy en lo cierto?”

“Así que me he vuelto muy famoso, al parecer. Muy bien, indica tu afiliación y objetivo. Una vez que sepa que no eres un enemigo, me retiraré.”
[Paris_117 ajaja pff ya mátala por presumida xD]

“¡Claire!”

“No tenemos tiempo para peleas sin sentido, ¿verdad? No parece alguien relacionado con la Reina de Sangre. Y también… sería un oponente bastante duro.” Dijo Claire que poseía una mirada aguda.

Beta estaba sentada tranquilamente en una silla, pero la atmósfera a su alrededor no parecía fácil de alterar.

“Eso parece.”

Con su traje negro y su máscara, ella realmente no lucia como alguien relacionado a la Reina de Sangre. En todo caso, parecía una intrusa como la propia Claire.

“Mi afiliación y mi objetivo, eh… Déjenme decir que también soy una intrusa de la Torre Roja, igual que ustedes dos.”

“Más detalles.”

“Podría ser un poco largo.”

“Se detallada y breve.”
[Paris_117 ven, y me piden que sea paciente]

“Qué tarea tan difícil.” Beta encogió sus hombros. “Soy Beta de Shadow Garden. Tengo algunos negocios aquí en la Torre Roja, por eso vine aquí.”

“Heeh. ¿Por qué ese Shadow Garden de los rumores está en este lugar?”

“Hmm… Me pregunto cuánto puedo decirles. Incluso yo tengo cosas que puedo revelar y cosas que no puedo. Veamos… por cierta razón, estamos investigando la posesión demoníaca, para lo cual queremos una muestra de sangre de un progenitor.”

“¿Posesión demoníaca…?”

“¿Por qué necesitarías la sangre de un progenitor para eso…?”

Claire reaccionó ante la frase «posesión demoníaca», mientras que Milia reaccionó con la de «sangre de un progenitor».

“La sangre de la posesión demoníaca y la sangre de un progenitor tienen el mismo origen, y la herencia de la sangre llevó a la manifestación de síntomas diferentes. O al menos, esa es la hipótesis que hemos encontrado en nuestra investigación.”

“Eso es un sacrilegio para los progenitores…” Los ojos de Milia se tornaron agudos, y el agarre en su espada se fortaleció.