God Of Slaughter - Volume 1 - GOS: Capitulo 23 - El Gremio de Mercenarios
Capitulo 23 – El gremio de mercenarios
Zhao Xin y Zhao Long se lazaron hacia el arbusto y rodearon a Mu Yu Die.
Mu Yu Die, la cual estaba escondida en los arbustos por un largo tiempo, se levantó avergonzada. Ella tomo una rápida mirada hacia Shi Yan mientras se ruborizaba, y comprendía que había perdido cara.
Pero de repente se dio cuenta de que su suposición era incorrecta, Shi Yan no prestaba atención a ella. En su lugar, estaba mirando hacia la dirección de Luo Hao, como una bestia cautelosa.
Después de un rápido ciclo de circulación de Shi Yan, el dolor se reducía poco a poco. Observando seriamente, Shi Yan intentaba recuperarse mientras se centraba en Luo Hao.
“¡Ir tras ella! La serpiente parece muy débil. ¡Atraparla! ¡No la dejéis ir!”
“¡Disparar las flechas! ¡rápido!
“¡Shoo! ¡Shooo!”
Desde el bosque no muy lejano, venían gritos y disputas. Las flechas volaban rápidas por el aire, persiguiendo su objetivo.
“¡Hooo!”
De repente, había fuego en el bosque. Las feroces llamas cubrieron el área al instante, y el pesado humo rosa de forma rápida y torcida cubría los árboles, haciendo imposible respirar.
“¡kakaka! ¡Bang Bang Bang! ¡BANG!
El sonido de árboles explotando, flechas volando, guerreros luchando, todo se oía al mismo tiempo desde el arroyo. Una feroz batalla tenía lugar en el bosque.
“¡Alguien aquí!” Una voz hostil grito desde el bosque. “¿Quieres robarnos nuestro logro?”
“No me malinterpretes. Solo quiero evitar que la serpiente de fuego hiera a mi gente, por eso deje que todo proceda de esta manera.” Era la voz de Luo Hao. Parecía que estaba discutiendo con alguien en la lejanía.
“¡Humph! Nosotros, el gremio de mercenarios, hemos tenido vigilada esta serpiente de fuego durante medio mes, será mejor que no te entrometas.”
“He dicho que no estoy interesado en una bestia demoniaca de nivel 4.” Explicó Luo Hao.
“Tío Luo esta teniendo una conversación con alguien, voy a ir a ver,.” Mu Yu die saco su cabeza del arbusto frunció el ceño. Estaba un poco preocupada porque no sabía que estaba pasando.
“¡Si, vamos!” gruño Hu Long. “He oído sobre el gremio de mercenarios. Ellos tienen una reputación muy mala. No podemos que ellos tomen ventaja de tío Luo.”
“Entonces démonos prisa.” Escuchando esto, Mu Yu Die estaba aún más preocupada.
“Vale.”
Zhao Xin asintió y dijo a Hu Long y Di Yalan, “tú debes de rodear a la señorita Mu cuando lleguemos ahí. Ponla en un lugar seguro, incluso durante las batallas.”
“¡Basura! ¡Todos sabemos eso!” Di Yalan estaba volviéndose impaciente.
Mientras murmuraban, los cuatro se acercaban tranquilamente hacia Luo Hao.
Shi Yan no estaba del todo preocupado. Él se levantó después de unos minutos.
Sintiendo la vibración de su Qi Profundo en los meridianos, primero movió sus manos y pies lentamente en orden para asegurarse de que seguían flexibles después de la fatiga. Entonces siguió a las cuatro personas al ocio.
“¡Whoa!” grito un hombre con sorpresa. “Chicas guapas, hahaha, ¡aquí hay dos chicas guapas! ¡E permanecido aquí durante dos meses y nunca vi chicas tan guapas!”
“Capitán, tu nos prometiste que nos dejarías satisfacernos. No te olvides de tus palabras.”
“¡Cállate! ¡Ellas son inasequibles!”
Shi Yan camino lentamente y empezó a mirar a su alrededor con una cara rígida.
En el suelo, había una serpiente enorme de unos ocho metros de largo con unos patrones de fuego por todo su cuerpo. Su cola era flameante y su cuerpo estaba cubierto por flechas. Mientras tanto, una gran cantidad de sangre estaba fluyendo de la herida entre sus ojos.
Ocho mercenarios, con uniformes de guerreros, estaba alrededor de la serpiente. Ellos eran robustos y bravos, y cada uno de ellos tenía un tatuaje de un comillo en su brazo izquierdo. Todos ellos estaban al menos en el Reino Naciente.
Los pelos cortos marrones del capitán parecían agujas de acero. Había una larga cicatriz que iba desde su mejilla izquierda hasta su cuello, haciéndole parecer extremadamente salvaje.
Cuando Shi Yan llego, estos mercenarios estaban observando a Mu Yu Die y Di Yalan con libidinosos ojos. Parecían bastante enamorados.
Sin embargo, el capitán no estaba mirando a las chicas, pero intercambiaba miradas con Luo Hao. La mano derecha del capitán formaba un puño, donde luz plateada estaba surgiendo de vez en cuando. Estaba preparado para luchar.
“¡Vete a casa y mira a tu madre!” bajo los ojos lascivos de esos mercenarios, Di Yalan no podía ayudar maldiciéndolos.
Madara Info
Madara stands as a beacon for those desiring to craft a captivating online comic and manga reading platform on WordPress
For custom work request, please send email to wpstylish(at)gmail(dot)com