El Sistema Más Fuerte - Volume 3 - TSS - Capítulo 1154

Cuando el Dios Maestro Escarcha alcanzó a ver a Lin Fan y no al Dios Maestro de Guerra, se quedó atónita por un momento. “¿Dónde está el Dios Maestro de Guerra?”.

Lin Fan miró con recelo al Dios Maestro Escarcha. “Muerto…”

“¡Tú…!” En el momento en que la Diosa Maestra Escarcha escuchó eso, se quedó desconcertada. ¡No había esperado que el Dios Maestro de Guerra hubiera muerto!

Cuando vio la expresión de su cara, Lin Fan soltó una risita: “¿Y ahora qué? ¿Te sientes reacia? ¿Podría ser que hayas tenido una aventura con el Dios Maestro de Guerra?”.

“¡Audaz…!” El Dios Maestro Escarcha estaba completamente enfurecido en este momento. No había pensado que el Dios Maestro de Guerra pudiera haber sido asesinado por este Ser Indígena; en su mente, esto era algo absolutamente incrédulo.

“¿Y qué si estoy siendo audaz? Hoy, sólo uno de nosotros saldrá vivo de este lugar. Nadie soñará con poder escapar ileso”. Lin Fan dio un solo paso hacia delante y salió disparado hacia el Dios Maestro Escarcha mientras el reverberante pisotón de su pie resonaba por todo el mundo.

Resoplando fríamente a cambio, el Dios Maestro Escarcha envió un ilimitado Poder de Escarcha que se extendió por todo el mundo.

¡BAM!

El Cielo y la Tierra fueron destruidos mientras aquel formidable poder hacía que el vacío se convirtiera en ruinas.

Llevándose a los discípulos con él, Han Juntian ya se había retirado del lugar. Pero, a pesar de su distancia de la lucha, aún podían sentir los aterradores poderes que se desprendían del campo de batalla. Era tan horripilante que sólo sentirlo les hacía perder las tripas.

Realmente quería volver, pero cuando pensó en las responsabilidades que tenía, sólo podía continuar guiando a los innumerables discípulos lejos de la Tierra Infinita hasta que finalmente llegaran a un lugar seguro.

…

En ese momento, Lin Fan ya había sufrido algunas heridas. Este Dios Maestro Escarcha era realmente demasiado problemático de tratar. Incluso si sus poderes no estaban en su estado pináculo ahora mismo, sus métodos eran todavía extremadamente peligrosos. Esas escarchas suyas eran totalmente inflexibles; incluso con su Estado de Cuerpo Físico en estado de Rey Inmortal, aún no tenía forma de enfrentarse a ellas.

Matar al Dios Maestro de Guerra aumentó sus puntos de experiencia en una buena cantidad. Sin embargo, no esperaba que aún hubiera una gran diferencia de fuerza entre él y el Dios Maestro de la Escarcha.

Justo en ese momento, sonó un trágico lamento.

Lin Fan giró su cabeza y descubrió que había una bola de llamas que ardía en el cuerpo del Viejo Maestro Santo Blanco de la Secta Dios Kunlun.

“¡Santo Blanco…!” Viendo aquella llama, Geng Yangtian estaba totalmente indefenso. Estaba luchando junto a Santo Blanco para suprimir al Dios Maestro Llama. Pero, ¡ninguno de ellos esperaba que hubiera sido tan fuerte que incluso sus poderes combinados fueran incapaces de derribarle!

Las cejas de Lin Fan se fruncieron. Había querido intervenir para ayudarles cuando el Dios Maestro Escarcha rugió fuertemente de repente, sellando completamente el vacío a su alrededor. Entonces miró fríamente a Lin Fan. “¿Estás pensando en salvarle? Es una pena que no puedas abandonar este lugar”.

“¡Tú…!” El corazón de Lin Fan se tensó ante ello; ya había sentido que el poder de esa llama no era algo que el Santo Blanco fuera capaz de extinguir.

Geng Yangtian estaba usando furiosamente todo tipo de habilidades místicas de Artes Inmortales. Pero por mucho que lo intentara, la llama se negaba a apagarse: lo más probable era que ahora mismo Santo Blanco estuviera en grave peligro.

De pie en el vacío, el Dios Maestro Llama rugió entre risas: “¡Jaja! Seres indígenas, ¿cómo es eso? La Llama de Dios es algo que nunca podréis apagar por toda la eternidad. Continuará quemando todo lo que tenéis hasta que no queden más que cenizas”.

El Santo Blanco, que estaba siendo envuelto por esa llama, empezó a sentir miedo dentro de su corazón. La llama que envolvía su cuerpo estaba devorando su existencia sin descanso.

Geng Yangtian todavía estaba ocupado intentando salvarle cuando el Santo Blanco extendió su mano. “No intentes salvarme más. Derríbalo conmigo”.

“¡Pero tú…!” Geng Yangtian estaba atónito.

El Santo Blanco le hizo un gesto con la mano. “No hay forma de extinguir estas llamas, pero aún puedo aguantar por ahora. A este Dios Maestro Llama no se le debe permitir vivir. ¡Mata…!”

¡BUM!

Una torrencial intención de batalla surgió hacia los cielos antes de salir disparada para matar al Dios Maestro Llama.

Mirando a Santo Blanco, el Dios Maestro Llama simplemente sonrió con desdén. “No conoces tu lugar”.

Lin Fan fue enredado por el Dios Maestro Llama en este momento. No había esperado que la fuerza de ese Dios Maestro Llama fuera tan fuerte también, ¡tanto que incluso los esfuerzos combinados de Geng Yangtian y Santo Blanco no fueran suficientes para derribarle!

¡Este…!

“¡Dios Maestro Llama! Piérdete!” gritó Lin Fan.

Mirando a Lin Fan, ese rostro de belleza sin igual del Dios Maestro Escarcha dejó salir una débil sonrisa. “¿Estás frustrado ahora? Entonces, demuestra tu fuerza. De otro modo, sólo vas a tener que ver como esos Antiguos Maestros tuyos son incinerados en cenizas completamente”.