El Protagonista Oculta Su Fuerza - Volume 2 - MCHS - Capítulo 109

Capítulo 109 – Deuda Punitiva (3)

Era una habilidad que Sungchul no reconocía. Una cosa que Sungchul pudo ver fue que la fuerza que había retrasado la muerte de Sungtek y lo había mantenido con vida no era la suya, sino la de una fuente externa. Sungchul pensó en una posibilidad.

¿Es un contrato de alma?

Un Contrato Alma es, como su nombre lo indica, una bendición creada por un Dios o un Dios Menor que luego se graba en el alma del usuario. Las bendiciones eran con frecuencia, difíciles de obtener, pero cuando se obtenían, le otorgaban al usuario un gran poder. El Ojo de la Verdad y el Almacenamiento del Alma que se usaban comúnmente también eran poder otorgado por los Contratos del Alma.

Las almas a menudo poseían propiedades metafísicas que se sabía eran imposibles de entender a través de la comprensión humana, pero al menos en el reino de los Contratos del Alma, existía una diferencia en el tamaño de las almas. Este era el número de contratos que una persona puede tener.

Las regiones vacías donde se puede mantener un contrato en el alma se conocían como Slots. La persona promedio sólo tendría una ranura, si es que la tiene. Cuanto más altas sean las estadísticas y mayor sea el número de vidas sobre las que uno tiene influencia, mayor será el número de espacios disponibles. Aquellos extraordinarios comúnmente referidos como Superhumanos tienen 3 ranuras. Se sabía que los Trascendentes tenían entre 4 y 5 slots. Sin embargo, Sungchul tenía 6.

Cada uno de los Contratos del Alma era algo precioso que era difícil de obtener y que sólo se encontraba a través de las pruebas más duras. Entre ellos, estos tres eran los más importantes.

Primero, Recolector De Almas. Contrato de Alma de Nivel Legendario que restaura la vitalidad de uno por cierta cantidad de daño infligido. Era debido a esta habilidad que restauraba su fuerza después de matar a sus enemigos lo que le permitía convertirse en la figura inmortal cuando se enfrentaba a ejércitos.

Segundo, Escudo de truenos (Traducida de manera errónea como Pararrayos, Sorry), Otro Contrato de Alma nivel leyenda que tiene el temible efecto de reducir todos los daños mágicos a la mitad y también concedía inmunidad a todos los ataques mentales por debajo del rango de leyenda. Viendo que los únicos seres capaces de utilizar ataques mentales por encima del rango de leyenda eran seres a nivel de dios, no sería exagerado decir que no había nadie en el mundo capaz de dañar a Sungchul a través de un ataque mental.

Tercero, Ojo de la Verdad. Contrato de alma de rango legendario, niega toda la magia ilusoria por debajo del rango épico, y también le permite inspeccionar todos los objetos, objetos malditos y habilidades. No podría enfatizarse más cuán necesaria era esta habilidad para Sungchul, quien había hecho de la gran mayoría del mundo su enemigo.

Fue por adquirir estos tres Contratos del Alma que Sungchul había atravesado el mundo discretamente teniendo que pasar pruebas con su vida, y a veces su alma, en juego. Tuvo que superar el riesgo mortal muchas veces y se encontró cara a cara con dolores inimaginables y una desesperación que no se podía expresar con palabras. Fue sólo después de tales pruebas que fue capaz de reunir los Contratos del Alma conocidos como las 3 Habilidades Divinas y grabarlas en su propia alma.

El cambio que estaba ocurriendo en el cuerpo de Minamoto parecía deberse a alguna forma de un poderoso Contrato Alma, aunque no estaba al nivel de Sungchul.

-Kekeke… Fuerte. para solo ser un maldito graduado de secundaria, pedazo de mierda…

“Crrrik crack.

Se podía escuchar el sonido de su rota columna vertebral rensamblándose. Sungchul miró a los ojos de Minamoto. Su cuerpo estaba siendo reparado, pero su mente estaba vagando por algún lugar de Otro mundo. Minamoto estaba jadeando mientras pronunciaba algo parecido a hablar mientras dormía.

Minamoto empezó a reírse para sí mismo como si fuera algo hilarante.

“…”

Sungchul no dijo nada a esto. Fue porque el despotricar de Minamoto no estaba muy lejos de la verdad. Todavía podía recordarlo. Era una noche festiva de otoño con una luna llena brillante. Los Convocados que habían sido traídos a Otro Mundo tuvieron un momento solemne junto a la chimenea donde hablaron de sus vidas anteriores. El hombre que se convirtió en Emperador, el hombre que se convirtió en Maestro asesino, y los que han sido asesinados o han regresado a su propio mundo miraban hacia algún lugar lejano con ojos anhelantes mientras contaban sus historias. Taeksu podría haber estado allí, aunque Sungchul no recordaba si Taeksu había estado allí o no.

Taeksu había sido una persona discreta en ese momento, sin el coraje para hablar ni el talento para destacar. Sin embargo, Sungchul tenía una sola pregunta para Minamoto ahora que había llegado a este punto.

En la superficie, podría ser bastante fácil decir que Taeksu era otro Convocado con un poderoso potencial de combate que había sido considerado por el Emperador. Sungchul también había creído esas palabras en su momento. No, sólo no sospechaba de ellas.

Cuando era la espada del Emperador, nunca se le había ocurrido que era posible dudar del Emperador. Pero ahora podía hacer esas preguntas.

-Te lo preguntaré de nuevo. ¿Por qué te mantiene el Emperador?

Minamoto sonrió con suficiencia mientras bailaba un poco.

-Sé algo que tú no sabes. Una verdad que ese arrogante Emperador nunca dirá a gente como tú.

-Eh, ¿de verdad?

-Sí. Por supuesto, no tengo obligación de decirte nada. Pero como nos conocemos desde hace tanto tiempo, te contaré algo divertido.

Minamoto sonrió con suficiencia antes de susurrar a Sungchul en su silencio.

-El Rey Vagabundo tenía el poder militar para vencerlos a todos en esa pelea.

-Sí. La prueba soy yo. El Gran Minamoto Daisuke que ha renacido a través de la Técnica Prohibida. Kekeke!

Un aura malvada salió de los ojos de Minamoto. Era la misma presencia que lo había resucitado de entre los muertos.

Sungchul buscó a través de sus experiencias pasadas algo similar a este aura maligna, pero no encontró tal suerte. Lo más cercano a esta aura era el aura húmeda y pegajosa del Dios Antiguo.

Minamoto, que fue tragado por el malvado aura, empezó a destilar una niebla de color sangre mientras se dirigía hacia Sungchul con la aparición del Demonio Yasha.

Sin embargo, la diferencia de fuerza entre los dos era clara. La figura de Minamoto se desparramó como polvo tan pronto como Fal Garaz se movió.

-¡¡¡Indest…!!!!

Fue el resultado de poner algo de fuerza detrás del swing del martillo. El Contrato del Alma o lo que sea que se intentó agarrar a la carne dispersa de Minamoto, pero finalmente se dispersó junto con ella.

-No me importa tu secreto.