El Mundo de Dios y el Diablo - Volume 9 - GDW - Capítulo 952

Kim Ji Yeong preguntó: “Señor Yue Zhong, ¿adónde planea ir desde aquí?”

Yue Zhong no se molestó en ocultar nada y respondió directamente: “Bueno, tengo la intención de dirigirme a la capital de China”.

Kim Ji Yeon rió entre dientes y preguntó: “¿La capital, eh? ¡Qué casualidad! Voy al río Amnok (río Yalu). ¿Qué tal si vamos juntos? Podemos conocernos mejor”.

Yue Zhong suspiró y asintió después de un rato: “Está bien”.

Kim Ji Yeon observó al Monte Tai Tipo 5. “¿Es esta tu Bestia Domesticada? ¡Es muy poderosa! ¿Puedo preguntar cómo lograste invocar a un monstruo tan poderoso?”

Un gran número de soldados norcoreanos también miraron hacia Yue Zhong con curiosidad.

Semejante entidad era prácticamente algo sacado de mitos y leyendas, y estos humanos comunes y corrientes naturalmente se sentían asombrados por ella.

Si fuera en la antigüedad, el Monte Tai casi con toda seguridad sería venerado como una Bestia Divina o un Espíritu Divino.

Incluso en este apocalipsis donde las Bestias Mutantes proliferaban, las Bestias Mutantes Tipo 5 eran existencias aterradoras. Con solo confiar en ellas, Yue Zhong logró someter a los supervivientes a dos asedios: uno de las Bestias Mutantes y otro de la horda de zombis.

Yue Zhong rió con indiferencia: “Ese es mi secreto. Después de todo, todos tenemos uno, ¿verdad?”

Kim Ji Yeon se rió y no insistió: “Sí, fue grosero de mi parte”.

Como habían llegado a un acuerdo, Yue Zhong acarició suavemente la cabeza del Monte Tai, y este comenzó a avanzar lentamente hacia la dirección de los océanos.

El Monte Tai era una criatura acuática; en la Tierra, a excepción de unos pocos lagos grandes, solo los vastos mares podían albergarlo.

En tierra, la habilidad del Monte Tai no era tan buena como en el agua. Sin embargo, debido a su enorme tamaño, era el mejor cortacésped y, en combate, podía cargar y arrasar con hordas de enemigos.

Kim Ji Yeon lo vio alejarse y no dijo nada más. En cambio, reprimió su curiosidad y regresó a su vehículo de mando.

El convoy continuó hacia la frontera entre China y Corea del Norte.

Viajaron otras cuatro horas y, en el camino, el equipo de Yue Zhong se topó con varios zombis evolucionados. Eran cientos, pero White Bones los aniquiló fácilmente.

Todo el grupo logró entrar en un pequeño pueblo, limpiándolo de zombis, antes de instalarse para descansar durante la noche.

El propio grupo de Yue Zhong había viajado un día y una noche enteros sin descansar, mientras que las fuerzas de Kim Ji Yeon habían estado luchando y no habían tenido mucho descanso.

El vehículo se detuvo y muchos simplemente se quedaron dormidos en sus vehículos.

Cuando instalaron el campamento, el convoy de Yue Zhong tenía una clara separación de las fuerzas de Kim Ji Yeon.

Durante la noche, mientras la mayoría descansaba, en un bosque a las afueras del pueblo, varios ojos se iluminaron. Figuras ágiles y veloces salieron disparadas, usando cerbatanas y lanzando dardos envenenados contra los soldados norcoreanos.

Había un agente de acción rápida dentro de los dardos, y antes de que los soldados norcoreanos pudieran reaccionar, los que recibieron los disparos murieron casi instantáneamente.

Algunos militantes entonces cargaron rápidamente desde el bosque, vestidos con pieles de Bestias Mutantes, con movimientos ágiles y suaves mientras se dirigían a los tanques y vehículos de las fuerzas norcoreanas.