El Mundo de Dios y el Diablo - Volume 8 - GDW – Capítulo 767

Capítulo 767: ¡Regreso a la Tierra!

En esta región con agua, no había radiación ni amenazas inmediatas. Al mismo tiempo, con las reglas y leyes que Yue Zhong había establecido, finalmente había una apariencia de seguridad y sociedad, poniendo fin a los comportamientos anárquicos y al crimen.

Dentro de la comunidad, ya no había personas que quedaran impunes si mataban, no había más violaciones, robos o hurtos. Las pertenencias privadas de todos estaban protegidas bajo el sistema que Yue Zhong había establecido. La gente de aquí empezó a tener nuevas esperanzas sobre el futuro.

Sima Bing estaba paseando, observando los alrededores. Dondequiera que iba, veía un ajetreo de actividad, con gente ocupada con sus propias responsabilidades, con los ojos llenos de emoción.

Observó todo esto y sus ojos brillaron con un destello extraño: “¡Este Yue Zhong es realmente capaz, no un patán asesino!”.

Con todos cumpliendo con sus obligaciones, respetando las normas y las leyes, Sima Bing pudo apreciar plenamente la sensación de paz y vitalidad que había aquí.

El mero hecho de tener un lugar con leyes y una forma de sociedad en este mundo era realmente notable. Después de todo, aunque la tecnología de este planeta superaba con creces a la de la Tierra, los humanos de aquí eran formas de vida de la casta más baja y no tenían educación.

Muchos de los mercenarios eran jóvenes que habían manejado sus primeras armas a la edad de 11 o 12 años. Muchos de ellos podían incluso desmontarlas con los ojos cerrados. Sin embargo, las matemáticas simples y la lógica estaban más allá de sus cabezas. Era difícil para ellos comprender.

Además, la situación en la mayoría de las ciudades controladas por el Clan de los Santos era caótica. Sin seguridad, solo los ciudadanos o regiones interiores donde residía el Clan de los Santos tendrían un sistema en funcionamiento.

Para muchos ciudadanos, esos lugares de ley y orden eran simplemente celestiales. En sus propias ciudades natales, muchos de ellos vivían con el miedo constante de ser arrastrados para ser violados o incluso acabar como alimento para el Clan Santo. Ni siquiera tenían capacidad para preocuparse por sus propias pertenencias. Por eso apreciaban aún más este pedacito de paraíso. Muchos de ellos estaban agradecidos a Yue Zhong.

Tras establecer las reglas y los planes, la posición de Yue Zhong dentro de esta base alcanzó un alto nivel. Sumado al atractivo de la profecía, Yue Zhong se volvió aún más enigmático y grandioso a los ojos de la gente.

Sima Bing se acercó a dos soldados que hacían guardia frente a una estructura y preguntó: “¿Dónde está el líder?”.

Uno de los soldados respondió: “Jefe Sima, el líder está en el campo de entrenamiento”.

Sima Bing se dio la vuelta y se dirigió rápidamente hacia los campos de entrenamiento”.

Llegó poco después.

El campo de entrenamiento era una vasta extensión de ruinas, el terreno natural y la complicada estructura de los diversos edificios en ruinas facilitaban a Yue Zhong la realización de su riguroso entrenamiento.

A un lado, cientos de soldados estaban realizando una serie de entrenamientos, que incluían tácticas todoterreno, flexiones y escalada de edificios altos.

Veinte RH2 estaban inmersos en intensas batallas en medio de las ruinas.

Bai Yi podía controlar varios RH2, incluso miles de ellos, pero había una desventaja.

Si se sometía a un intento de interferencia a gran escala, sería difícil para Bai Yi controlar esos robots con fluidez, por lo que era importante que los pilotos al mando estuvieran bien versados.

Además, Yue Zhong era muy consciente de un hecho: aunque Bai Yi podía ser una superinteligencia artificial, no era improbable que el enemigo también tuviera su propia superinteligencia artificial. Si dependiera de ella para todo, podría tener que pagar un precio doloroso en el futuro.

Sima Bing observó todo el lugar y descubrió a Yue Zhong en la cima de una colina al cabo de un rato.

En ese momento, estaba sentado con Floxenia, Xiangma Yiming, Duanmu Sheng y Qi Qing’er. Tenía los ojos cerrados y su mano derecha emitía un resplandor dorado.

Sima Bing se acercó rápidamente.

Floxenia la miró y enseguida le espetó con frialdad: “El Hermano Yue Zhong se encuentra en una fase crucial de su entrenamiento, ¡así que primero cállate la boca!”.

Sima Bing se detuvo, con la mirada fija en Floxenia, mientras un escalofrío se apoderaba de su corazón.

Las habilidades de lectura de mentes de Floxenia ya no eran un secreto entre la alta dirección, hacia ella, pocos se atrevían a acercarse. Después de todo, ¿quién estaría dispuesto a que se revelaran sus secretos?

Actualmente, Floxenia era la directora de la inteligencia central, con autoridad sobre un centenar de oficiales de inteligencia. Pocos podían escapar a su supervisión.

Cuando asumió el cargo, fue extremadamente eficiente, eliminando rápidamente a docenas de espías y traidores. Al mismo tiempo, eliminó a todas las personas codiciosas y sin escrúpulos, violadores e incluso asesinos del recién formado Grupo de la Cruzada.

Después de que los señaló a todos, excepto a Yue Zhong y algunos otros, todos en el Grupo de la Cruzada estaban llenos de miedo hacia esta joven. Nadie se atrevía a quedarse demasiado tiempo con ella, incluso sus propios subordinados estaban llenos de miedo y respeto.

Si no fuera por el buen trato de la inteligencia central, nadie se atrevería a trabajar junto a Floxenia por mucho tiempo.

Dentro del Grupo de la Cruzada, la gente le tenía más miedo a Floxenia que a Yue Zhong.

Por supuesto, para protegerla, Yue Zhong había asignado a la Anya Tipo 4 para que la custodiara personalmente.

Con una Guerrera Divina Tipo 4 como guardia personal, nadie se atrevía a pensar en Floxenia.

Sima Bing sentía un miedo similar hacia ella, pero aun así siguió adelante.

Floxenia continuó mirando fríamente a Sima Bing, pero no dijo nada más, y se volvió para mirar a Yue Zhong, llena de confianza.

Dentro del Grupo de la Cruzada, su única amiga era la pura e inocente Qi Qing’er, y la única persona con la que podía contar y respetar era Yue Zhong, que la había aceptado y apreciado enormemente.

Mientras la Impresión de Dios y Diablo de Yue Zhong seguía brillando, su conciencia estaba en el Templo Evolutivo.