El Mundo de Dios y el Diablo - Volume 8 - GDW – Capítulo 755

Capítulo 755: ¡Traidor!

El líder era un hombre corpulento con una cabellera pelirroja y ardiente. Cada movimiento suyo parecía emanar el porte de un gobernante. A su lado, había otro hombre corpulento de aspecto corriente y cabello azul. Al otro lado del tipo de cabello azul, había un hombre con el cabello erizado y mirada furtiva.

Había otra mujer vestida de cuero negro, con un cuerpo de infarto que resaltaba a través de la ropa, y que lucía extremadamente hermosa debido a su herencia mestiza.

Lisa se acercó a Yue Zhong y le susurró: “El de pelo rojo es el Rey Yan de las Llamas Ardientes. Es el Jefe de la División Occidental. El tipo de pelo azul a su lado es su mejor amigo, el Tanque Humano Ken. La mujer es la Reina Tormenta de Nieve Sima Bing, y es la Jefa de la División Sur. El hombre de pelo de punta y trenzas es TuoTuo Mu, es un ardiente perseguidor de Sima Bing, y también uno de los miembros principales de la División Sur”.

Jess ignoró la pregunta de Yan y preguntó con indiferencia: “¿Dónde está Gong Chang Tian?”.

Yan sonrió mientras echaba un vistazo a Yue Zhong y al resto: “Está en la sala de reuniones”. Jess, ¿por qué no nos presentas a estos caballeros?

Sima Bing y TuoTuo Mu también miraron hacia Yue Zhong, ya habían descubierto su extraordinaria aura. Además, Jess había estado caminando detrás de él cuando entraron, con una mirada de respeto, lo que les hizo sospechar.

Jess habló lentamente: “Este es el salvador profetizado por nuestros predecesores hace cientos de años. Es Yue Zhong, el hombre que tiene la Huella de Dios. He traído a toda la División Oriental para que se someta a él. Esta vez, estoy aquí para anunciaros este hecho a vosotros”.

Cuando escucharon esto, el rostro de Yan cambió y su voz se volvió ronca: “¿Qué? ¿Posee la Huella de Dios? ¿Cómo es posible? ¡¡Solo debería ser una leyenda!!”.

Ken, TuoTuo Mu y Sima Bing también se sorprendieron, con expresiones de incredulidad.

La profecía se había transmitido durante cientos de años, y muchos ya no la tomaban en serio desde hacía mucho tiempo. Solo los escalones inferiores de la organización seguían creyendo firmemente en ella. Al mismo tiempo, era una herramienta para que la Resistencia reclutara sangre nueva. Con esperanza, los humanos lucharían. Si la desesperación era el único resultado sin importar cuánto lucharan, entonces nadie se uniría a ellos.

Al escuchar a Jess proclamar esto y reconocer el estatus de Yue Zhong, Yan y el resto se sintieron amenazados, porque sabían que Jess definitivamente no era alguien que creyera ciegamente.

Yue Zhong dio un paso adelante y se subió la manga derecha, revelando la Impronta de Dios y del Diablo: “¡Esta es la Impronta de Dios!”.

Zhang Xing, que los conducía a la sala de reuniones y formaba parte de los escalones inferiores de la organización, cambió enormemente de expresión, y su mirada hacia Yue Zhong se llenó de veneración y respeto.

Cuando Yan lo vio, su rostro palideció e inmediatamente extendió su mano derecha para atacar con saña: “¿La huella de Dios? ¡Debes de ser un impostor! ¡¡Deja que te arranque esta máscara!!”.

Si Yan podía derrotar a Yue Zhong, entonces podría demostrar que este tipo era un farsante y podría asestar un gran golpe a la fe de Yue Zhong.

Para Yan, no podía aceptar a alguien que no había contribuido en nada y que podía estar por encima de ellos solo por una profecía infundada.

Yue Zhong dijo con indiferencia: “No hace falta matarlo, ¡solo dale una lección!”.

Cuando Yan escuchó esas palabras, su furia estalló, y una enorme bola de llamas que podía derretir incluso el acero envolvió su puño. Tenía la intención de darle una lección a Yue Zhong.

Sima Bing vio las llamas y su rostro se hundió, haciendo que su propia escarcha helada se dirigiera hacia las manos de Yan: “¡¡Yan!! ¡¡No puedes hacer esto!!”.

A Sima Bing no le importaba que Yan pusiera a prueba la fuerza de Yue Zhong, sin embargo, no estaba dispuesta a que mataran a Yue Zhong. Después de todo, ella también estaba en un dilema con respecto a la profecía. Esperaba que fuera real, pero al mismo tiempo, no estaba dispuesta a someterse a un extraño que salió de la nada.

En ese momento, Duanmu Sheng, que había estado de pie junto a Yue Zhong en silencio como una sombra, de repente atacó. Solo ejecutó dos movimientos, dando un paso adelante, y su mano golpeó el cuerpo de Yan.

En un instante, una fuerza aterradora explotó, y Yan salió volando hacia atrás, golpeando violentamente una pared. Escupió una bocanada de sangre, sus heridas aparentemente eran graves.

Un Guerrero Divino Tipo 4 estaba muy por encima de lo que un Guerrero Divino Tipo 3 podía manejar. Basándose en la fuerza de Duanmu Sheng, en un enfrentamiento cara a cara, tenía la confianza de matar a Yan de un solo golpe.

“¡¡Yan!!” Ken vio cómo Yan recibía un fuerte golpe y no pudo evitar rugir de ira, y sus músculos se tensaron. En tal estado, podía soportar incluso la fuerza de balas de gran calibre, y su velocidad podía superar la barrera del sonido.