El Mundo de Dios y el Diablo - Volume 8 - GDW – Capítulo 754

Capítulo 754: ¡El cuartel general de la resistencia!

Floxenia se sintió conmovida, nadie le había dicho nunca algo así. Debido a su poder, todos los demás la habían aislado y acosado.

En realidad, si no fuera porque Yue Zhong se había convertido en el líder de una facción y por su fuerza, si hubiera sido él antes del apocalipsis, definitivamente no habría tomado la iniciativa de acercarse a alguien como ella. Después de todo, él también tenía sus pensamientos más profundos y prefería mantenerlos en privado. Sin embargo, con su posición y fuerza ahora, era completamente diferente. Su perspectiva y actitud hacia las cosas eran diferentes ahora, por lo que valoraba mucho a Floxenia.

Ella miró fijamente a Yue Zhong y preguntó: “¿Y si no estoy de acuerdo?”.

Él la miró y no se molestó en ocultar nada: “Haré todo lo posible por convencerte, sin embargo, si sigues rechazándome, llegará un día en el que tendré que matarte o convertirte en una marioneta. Tu poder es demasiado peligroso y precioso, si yo no puedo conseguirlo, nadie más podrá. Con tu habilidad, no hay necesidad de que te mienta. De hecho, ¡no soy un santo de todos modos! Oh, claro, ¡me llamo Yue Zhong!

Con su habilidad, no importaba si él intentaba mentir, ella sería capaz de darse cuenta. Por lo tanto, él tampoco quería hacerlo.

Floxenia inmediatamente le devolvió el abrazo con fuerza como un gato: “¡Vale! Entonces estoy dispuesta a ser tuya, ¡y a emplear mi habilidad como tu desees! A cambio, ¡no puedes abandonarme! ¡Abrázame fuerte y déjame sentir tu calor!”.

Yue Zhong tenía una expresión de deleite mientras abrazaba con fuerza a esta niña: “¡Muy bien! Cuando lleguemos a nuestro destino, te dejaré darte un buen baño”.

Con su habilidad, Yue Zhong podría acabar con cualquier traidor o potencial rebelde.

Una fortaleza podía ser destruida desde dentro, con más de 100 000 subordinados, seguro que habría algunos que no estuvieran alineados con él. De hecho, muchos seguían escondiendo sus garras, esperando la oportunidad adecuada para atacar.

Con la ayuda de Floxenia, Yue Zhong podría eliminar a los traidores y espías y, al mismo tiempo, comprender mejor lo que pensaban sus subordinados.

La lectura de la mente era una habilidad que la mayoría de las personas con autoridad esperaban tener, con ella, podían saber quién era leal y quién tenía motivos ocultos.

Yue Zhong esperaba conseguir más subordinados dignos de confianza y leales en lugar de personas fuertes. Esto se debía a que aquellos con la habilidad tendían a ser ambiciosos, si Yue Zhong les concedía algún poder, para cuando regresara a la base, el maestro habría cambiado.

Jess y sus hombres se acercaron, y cuando vio a Floxenia en brazos de Yue Zhong, sus ojos brillaron con un destello extraño: “Líder, ¿esta es…?”.

Floxenia habló de repente: “Hermano Yue Zhong, este hombre espera que no te enamores demasiado de las mujeres, incluso si quieres dar rienda suelta a tus deseos, espera que los desahogues con mujeres normales, no con jovencitas. Te ha confundido con un lolicon. Sin embargo, es extremadamente leal a ti, se preocupa por ti y espera que puedas convertirte realmente en el salvador de este mundo”.

Cuando Jess escuchó esto, sintió como si el cielo se hubiera oscurecido y su expresión se puso pálida. Retrocedió horrorizado, después de todo, ¿quién se sentiría bien al revelar sus pensamientos internos?

Floxenia entonces volvió su mirada hacia Liu Yi Chen: “A esta mujer llamada Liu Yi Chen le gustas, hermano Yue Zhong. Espera que cuando lo hagas con ella, puedas azotarla con su látigo, pisarle la cara y pisotear su dignidad. Aunque presenta una imagen de reina, en realidad le gusta someterse. Espera que la conquistes y la humilles. También es muy leal a ti”.

El rostro de Liu Yi Chen palideció, pero al mismo tiempo, se sonrojó. Sintió que todos la miraban. Aunque estaba vestida, en ese momento, se sentía como si estuviera desnuda para que todos la vieran. Al mismo tiempo, en su sentido de la vergüenza, había una sensación de alegría.

Muchas miradas extrañas cayeron sobre Liu Yi Chen. Los soldados nunca esperaron que este personaje tan poderoso y con aspecto de reina tuviera una mentalidad tan extraña.

La mirada de Floxenia se volvió entonces hacia Annie, diciendo: “Esta mujer llamada Annie espera usar su cuerpo para seducirte y que le des fuerza. Está llena de respeto por ti, pero no dudaría en usar su cuerpo a cambio de tu protección. Espera convertirse en la esposa del líder, ganándose el respeto y el miedo, y deleitándose en la autoridad y la fama. Sin embargo, su cuerpo es realmente suave y es capaz de hacer todo tipo de posturas. En esto radica su confianza”.

Los inocentes rasgos de Annie se retorcían de miedo mientras gritaba: “¡¡Basta!! ¡¡Basta!! ¡¡Monstruo!! ¡¡Monstruo!!”.

Floxenia se volvió entonces hacia Qi Qing’er: “Esta mujer te respeta mucho, hermano Yue Zhong, y no alberga ninguna esperanza de ganar autoridad. Solo te tiene un respeto puro como subordinada. Al mismo tiempo, si quieres su cuerpo, no lo rechazará, simplemente porque esa es la ley de este mundo, no tiene nada que ver con el amor o la lujuria. Es una mujer sin muchas esperanzas, y sigue la corriente”.

Qi Qing’er miró a Floxenia con indiferencia, sin decir nada.

De las cuatro cortesanas principales, tres seguían a Yue Zhong, con Liu Yi Chen y Qi Qing’er decididas por Yue Zhong, mientras que Annie lo hizo por su propia voluntad.

Ahora que Floxenia había puesto al descubierto a Jess y a las tres mujeres, el resto no pudo evitar dar un paso atrás, mirando con miedo a la chica en brazos de Yue Zhong. A sus ojos, ella era más aterradora que un demonio, ya que ninguno de sus pensamientos estaba a salvo de ella.