El Mago Devorador de Libros - Volume 2 - BEM - Capítulo 103
Capítulo 103 – Huéspedes Exóticos
En el centro del reino élfico, Elvenheim, había un gigante árbol que llegaba hasta las nubes. Como el último árbol del mundo en una época donde el poder de los mitos estaba casi perdido, Yggdrasil era la identidad del gran árbol.
Hace 300 años, los cuatro altos elfos habían reunido todas sus fuerzas para hacer este árbol del mundo, que era un ‘bebé prematuro’. Los humanos ordinarios dejarían de respirar tan pronto como se acercaran e incluso los magos superiores eran apenas capaces de soportar la presión de maná. Sin embargo, originalmente esto era sólo alrededor de una décima de los árboles del mundo en el mundo primordial.
No obstante, había una zona rodeada de una niebla de maná, en la que era difícil entrar incluso para los elfos. Era un lugar donde sólo los jardineros del árbol del mundo, los altos elfos con la sangre de Arv, podían acceder.
Este era el lugar más secreto en Elvenheim, situado en la parte superior de las raíces del árbol del mundo. No había muchos elfos que no supieran sobre eso, pero era considerado un tabú hablar de ello. Era un edificio de madera llamado el ‘Corazón del Bosque’.
“¿Ya llegaron? Ahh, ¡debí reunirme con ellos!” Alisa, la mujer alto elfo con el brillante cabello rubio como el sol, exclamó. Los ojos de Alisa eran como el mar, y su alegría única destacaba.
Ella tenía la apariencia de ser la más joven entre los elfos oscuros reunidos aquí, pero ella era en realidad la más antigua. La suya era la voz que había perturbado a Theodore.
“No puedes. Si la enviamos, toda la imagen de los elfos y de los altos elfos será aplastada como hojas secas.”
“Oh, ¡ese es un cumplido excesivo!”
“¡No es un cumplido!” El elfo con voz enojada golpeó sobre la mesa. Con la piel oscura y cabello plateado, el elfo parecía una de las especies que se había extinguido ya en el continente, mientras que el de los hombros anchos y el cuerpo angular indicaba que era macho.
Alucard, el elfo oscuro que adoraba a la luna en vez de al sol, explotó en un tono nervioso, “Tu no eres merecedora de ser la mayor. ¿Por qué actúas más como un niño con el paso de los años?”
“¿No es precioso el corazón de un niño?”
“¡Vete a la mierda!” Al final, una vulgar maldición surgió de la boca del alto elfo.
La pelea hubiera continuado, pero otro de los altos elfos intervino.
Ella era una impresionante mujer con el pelo castaño y mirada dulce, como un herbívoro. “Los dos, cálmense. ¿Esto algo que valga la pena discutir? Debemos hablar sobre los invitados que han recorrido un largo camino y los problemas que han surgido recientemente.”
“… Lo entiendo.”
“Lo siento, lo siento.” La respuesta de Alisa era todavía juguetona, pero ella finalmente cerró su boca. Al menos, ella no interferiría con la reunión.
Entonces, con una sincronización perfecta, Ellenoa habló con sus ojos cerrados ya que la mitad de su conciencia todavía estaba con su clon. “… Han llegado. Los guiaré a sus habitaciones y luego, enviaré a Edwin a su ubicación original. Llamaré a un par de personas para que actúen como guías. ¿Qué piensan?”
“Estoy de acuerdo.”
“También estoy de acuerdo.”
“¡Yo también!”
Hubo una sola voz faltante, por lo que naturalmente miraron en esa dirección.
Con su tupido cabello y ojos entrecerrados que demostraban somnolencia, el alto elfo los miró antes de murmurar en voz baja, como hablando para sí mismo, “… De acu… erdo.”
Fue una decisión unánime. Ellenoa empezó a centrarse más en su clon con el fin de llevar a la delegación hasta su alojamiento y convocar a un par de elfos. Ella era todavía inexperta con Ratatoskr, así que no podía manipular el clon mientras prestaba atención a su cuerpo al mismo tiempo.
A continuación, el resto de los altos elfos, naturalmente, se movieron al asunto siguiente.
“La siguiente es una petición de las dríades. En estos días, hay muchas criaturas dañando a los árboles en la parte este del bosque. Ellas quieren saber si los números pueden ser reducidos. ¿Qué piensan?”
“Hmm, las dríades. ¿No están protegidas gracias a un contrato con los ents? ¿No es eso suficiente para protegerlas?”
Alucard fue el primero en plantear objeciones. Las dríades eran un tipo de hada que eran parásitos de los árboles. Tenían la habilidad para engañar y sacar a aquellos que dañaban al bosque. Así, tenían una relación de amistad con los árboles andantes, los ents, para proteger a sus cuerpos físicamente vulnerables.
Los ents nacidos en el Gran Bosque tenían una vitalidad que era muchas veces más fuertes que los de otras regiones. Así que, incluso creaturas mayores evitaban un enfrentamientos contra ellos.
Sin embargo, la expresión de Lumia se oscureció y ella sacudió la cabeza. “El daño es todavía demasiado grande. Dos ents en la zona este ya han sido quemados hasta la muerte, por lo que hay una creatura de alto rango que utiliza fuego.”
“… Estoy de acuerdo. Eso es suficiente para enviar a un guardián.”
“Edwin necesita descanso, ¡así que elijan a otro!”
“… Una… persona… de acuerdo…”
Si es posible, buscaban una decisión unánime, pero si eso no fuera posible, decidían mediante el voto de la mayoría.
Ellenoa no habló en esta reunión, pero los cuatro altos elfos, incluyendo Lumia, estuvieron de acuerdo. Decidieron enviar a un tutor al este del bosque ya que un maestro sería capaz de aplastar incluso los problemas más graves.
El siguiente asunto se trataba sobre algunas de las especies que estaban causando dolores de cabeza.
“El jefe de la tribu León de Piedra, Orlando, ha llegado. Él dice que una persona sospechosa recientemente apareció en su área. No pude encontrar ningún signo de eso, y puede ser una broma de las hadas. Así que, él ha venido a hacer un pedido.”
“La tribu León de Piedra, que persona tan estúpida.”
En un raro momento, Alisa respondió a la orden del día con una fría voz, “¿Ese idiota que mataría a una persona y luego decir que se cayó? Sólo ignoralo.”
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