El Mago Devorador de Libros - Volume 1 - BEM - Capítulo 99

Capitulo 99 – Gran Bosque

Nadie podría responder. No, era más preciso decir que no tenían espíritu para responder.

Pasar de la capital a la frontera en una sola transferencia espacial trasciende el sentido común. La dificultad de la magia se elevó exponencialmente según la distancia y el número de compañeros. Sin embargo, tan pronto como Orta completó esto, usó otra magia.

Era una magia que era difícil incluso de entender, y mucho menos conocer los principios detrás de ella.

No lo sabría con sólo mirar el movimiento del poder mágico. ¡Esta es la magia del Maestro de la Torre Blanca…! Theodore miró al Maestro de la Torre Blanca con admiración.

Recordó las palabras que había oído de Verónica antes de salir en este viaje. Ella se había decepcionado de que no podía venir con él, pero ella no había estado preocupada por su seguridad. Verónica había evaluado al hombre de pie ante Theo.

“Bueno, no hay necesidad de preocuparse si es Orta. Él es un escolta más competente que yo.”

“¿Más que Hermana?”

“Sí. Por supuesto, puedo ganar en una batalla frontal. Sin embargo, no tengo forma de atrapar a Orta si se escapa. En una situación en la que la victoria no es necesaria, su movilidad es francamente frustrante. En la última guerra, escapó del asedio de tres maestros de espadas. ¿Es esto algo que podrías hacer?”

En ese momento, Theodore había sacudido la cabeza sin saberlo.

Los mestros de espada eran superhombres que habían ido más allá de las limitaciones de vida. Su carne era un arma excelente, así como un recipiente de aura. Tenían la fuerza de un ogro, y su durabilidad era mejor que un golem de metal. Era sólo una cuestión de tiempo antes de que uno fuese  capturado por ellos.

De hecho, algunos maestros de espada eran famosos por causar ondas de choque con sus movimientos. Su rango de movimiento era de unos cientos de metros en una sola respiración, independientemente de la longitud de las espadas en sus manos. Una vez que un maestro de espada tenía a alguien en la mira, no había manera de escapar.

Pero Orta es capaz de hacerlo. Theo podía aceptarlo ahora.

Orta podía escapar de un maestro de espadas que era más rápido que una flecha. ¿Unos cientos de metros en una sola respiración? Ni siquiera la mitad de los pasos de Orta. No habría manera de detener a Orta de ir adonde quisiera. La magia espacial del Maestro de la Torre Blanca había alcanzado el nivel de trascendencia.

Gluttony fue el único que se dio cuenta de la esencia de la magia.

– Hoh, ¿eso es Shukuchiho?

¿Shukuchiho? Theodore preguntó reflexivamente.

Fue una pronunciación única. De alguna manera, Gluttony parecía conocer la magia espacial del Maestro de la Torre Blanca, y la curiosidad de Theo fue estimulada. Sobre todo, si Gluttony iniciaba la conversación, entonces su derecho a hacer una pregunta no era consumido. Como siempre, el codicioso grimorio respondió a las expectativas de su dueño.

– Reduciendo el eje. Significa la tierra. Es una técnica inmortal del este que permite al usuario saltar grandes distancias al estrechar el espacio.

¿Técnica inmortal? ¿Un tipo de magia? 

– Es un poco diferente. Es descuidado compararlo con la magia que tiene un sistema. Esto se basa en las cualidades naturales y la construcción de la fuerza en el tiempo con el poder mental. Se acerca más a un superpoder que a la magia. De repente, Gluttony cambió su tono. – Sin embargo, un mago recreado Shukuchiho usando magia pura. Distorsionó el espacio con precisión y cambió los puntos a su alrededor. Los humanos son realmente capaces de hazañas maravillosas.

Era raro que este tipo alabara a alguien, por lo que debe estar muy impresionado. Esto era algo que no estaba grabado en el, así que los grimorios respetaban la magia de los humanos modernos. Theo quería hacer algunas preguntas más, pero Gluttony volvió a dormirse.

Mientras el cielo cambiaba, Theodore seguía mirándolo.

Magia espacial…

Se necesitaba un mínimo de seis círculos para usar magia espacial. Theo no sabía si tenía la aptitud para ello, pero había muchas opciones para elegir. Sin embargo, el “muro” era el problema. Theo apretó sus puños firmemente al renovar su determinación de nuevo. Él haría tanto progreso como sea posible en Elvenheim.

Los 10 delegados cruzaron la frontera norte, la Meseta Roja, a un ritmo sin precedentes.

*     *     *

Al final, la declaración del Maestro de la Torre Blanca fue correcta. Justo antes de que el sol atravesara el horizonte en el oeste, la delegación estaba contemplando algo que no era el desierto. El gran bosque finalmente se extendía ante ellos.

Un sonido de asombro salió de la boca de alguien, “¡Este es el gran bosque en el norte…!”

Desde la antigüedad, este era un lugar que no había permitido que los pies humanos pisaran. En la superficie, era sólo un bosque espeso y hermoso. Sin embargo, nadie diría lo mismo después de entrar. Sólo los trascendentes que habían alcanzado el nivel maestro podían garantizar su seguridad en ese bosque. Un país sin una persona del nivel maestro no sería capaz de comerciar con Elvenheim.

Frente a esa vista, el Maestro de la Torre Blanca finalmente dejó de moverse.

“Vamos a entrar en el gran bosque mañana. Acamparemos aquí esta noche y entraremos al bosque cuando el sol se levante. Por favor, devuelvan los anillos que llevan puesto.”

Él recibió expresiones dudosas, pero el grupo sacó el anillo de sus dedos con los ojos llenos de asombro.

Orta guardó los anillos en la caja y la colocó dentro de su bata. Quizás los anillos eran lo que permitió que el grupo lo acompañara cuando él utilizó Shukuchiho. Theo dejó su equipaje mientras recordaba la explicación de Gluttony.

El campamento para 10 personas fue establecido rápidamente. Sacos de dormir se colocaron en tiendas de campaña que mantendría fuera al viento, la arena y el frío, mientras que una fogata ardía en el centro del campamento. Los magos eran vistos generalmente como gente de escritorio, pero ésa era una opinión incorrecta en Meltor. Debido a la larga guerra y las misiones, la delegación podría crear algo así con los ojos vendados.

“… Maestro, ¿cómo lo haces tan rápido?”

“Experiencia, experiencia.”

Vince había puesto su tienda unos minutos antes que Theo y estaba bebiendo té de una taza. Para cuando Theodore y Sylvia terminaron sus cosas, el resto del grupo ya había preparado todo para la cena.

Mientras las dos personas se sentaron con expresiones ruborizadas, los otros se reían y agitaban las manos.

“¡Hey! ¡Todos eramos así cuando eramos jóvenes!”