Dominio del Emperador - Volume 4 - ED – Capítulo 331

Capítulo 331: Secuelas de la Batalla

Muchas personas pensaron que Li Qiye y la academia habían conspirado juntos para barrer toda la alianza, pero nadie sabía que esta batalla fue llevada a cabo por Li Qiye solo. Este esquema de atraer y atrapar fue creado por Li Qiye.

En realidad, la academia se estaba separando, pero los rumores sobre ello eran completamente falsos. Esto fue deliberadamente difundido por la academia para atraer a la alianza.

La alianza suponía que la academia ya no era capaz de soportar la carga y eventualmente se convertiría en polvo, por lo que cayeron en la trampa.

Li Qiye presidió personalmente esta batalla mientras que la academia cambió de la defensa a la ofensa para matar a todos los viejos eternos, permitiéndoles invertir la marea y agarrar la iniciativa.

En este momento, incluso si la academia estaba completamente dividida, otras personas con planes tendrían que pensar dos veces, para que no repitan la tragedia de la alianza.

Después de la batalla, el Señor Real de Rugido del León fue muy respetuoso cuando se reunió con Li Qiye de nuevo. Antes, él realmente quería reclutar a Li Qiye, pero después, sólo había temor en su mente. En este momento, comprendió por qué su hija estaba dispuesta a quedarse al lado de Li Qiye como sirvienta.

En secreto, sintió un escalofrío y alabó su fortuna de que la Puerta de Rugido del León no ofendiera a Li Qiye. De lo contrario, habrían sufrido un castigo inoportuno. También recordó cuando su hija le dijo que no provocara a Li Qiye, a no ser que quisieran terminar con un resultado inimaginable.

Después de la batalla, Bing Yuxia vino a él un rato más tarde y preguntó: —Pequeño Demonio, este plan probablemente fue creado por ti, ¿no?

Li Qiye la escudriñó de arriba abajo, y luego dijo: —Niña, es la medianoche ahora mismo. Tú viniendo aquí debe ser porque quieres ofrecerme tu cuerpo esta noche, ¿no? Sin embargo, su estilo de machona me está haciendo perder todo interés. Si quieres subir a mi cama, entonces cambia a un estilo parecido a una dama. Entonces, podría estar de humor para hacer el amor. Después de burlarse de ella, reveló una sonrisa diabólica.

—¡Vete al infierno! Bing Yuxia de repente se puso roja de ira y trató de patear a Li Qiye, pero él fácilmente esquivó, provocando que ella temblara indignada.

—Niña, mi desastre se acerca, pero no sé dónde esconderme. Su lealtad tendrá que ser probada yah. Más tarde, si hay algún asunto que pueda resultar en beneficios, consideraré darte una parte. Li Qiye ignoró su apariencia indignada y dijo tranquilamente.

—Bah, ¿qué desastre? Incluso un tonto puede ver que estás tramando contra otra persona. Sólo los tontos piensan que pueden manejar todo. No estoy interesada en unirme a tus aguas fangosas. —Bing Yuxia abrió su abanico y dijo en una manera fresca.

—Está bien, Niña, si no hay nada más, entonces puedes irte. Li Qiye respondió con indiferencia.

—¿Por qué quieres que me vaya? ¿Está escondiendo chicas aquí en tu palacio de oro? Bing Yuxia sonrió y dijo: —Hablando de eso, te presentaré a alguien. La princesa de la Escuela de Loto Puro — no está mal, ¿verdad? Eres muy famoso en este momento, y me di cuenta de que ella está un poco interesada en ti. Voy a tirar las cuerdas para ti. No hay necesidad de agradecerme, solo mantén a este casamentero en mente cuando consigas algo bueno en el futuro.

—¿Mi palacio de oro? Niña, este asunto no es urgente. No es difícil si quieres tirar las cuerdas para mí. ¿Qué tal si lo intentamos primero? Puedes calentar mi cama para mí, entonces puedo tomar mi tiempo para pensar en esta oferta. —Li Qiye la miró y dijo.

¡Bah! Bing Yuxia exclamó bruscamente: —Si no quieres, entonces no importa. ¡No quería presentarte a una chica tan buena de todos modos! ¡Tomaré mi dulce tiempo en cortejarla yo misma!

¡Pop! Li Qiye palmeó sus nalgas dulces, haciendo que la enfurecida Bing Yuxia lo fulminara con la mirada.

—Siempre hablando de cortejar a las chicas mientras finges ser un hombre… Li Qiye continuó tranquilamente: —Vuelve a ser una niña.

Bing Yuxia lo fulminó con la mirada y se volvió para irse, pero oyó la perezosa voz de Li Qiye persiguiéndola: —Niña, no seas tan irresponsable así. Intente su mejor y ponga más esfuerzo más adelante. Entonces, tal vez te lleve. Ser mi criada no será un asunto vergonzoso para ti.

Bing Yuxia, furiosa, pisoteó el suelo después de oír esto, luego ignoró a Li Qiye y se fue.

Al día siguiente de la conclusión de la batalla, el Viejo Daoísta Peng apareció en la vivienda de Li Qiye. Al ver a Li Qiye, el Viejo Daoísta le entregó una vieja caja y suspiró suavemente.

—¿Qué, fue una victoria completa y todavía estás suspirando? ¿Estarías llorando por tu madre si fue una derrota? —Li Qiye le dio una mirada y dijo.