Culto de las Runas Sagradas - Volume 1 - CSR - Capítulo 30

Capítulo 30 – Florecimiento

-¡Swish!-

Un fuerte ruido llamó la atención del Maestro Yi y Zi Yan. Ellos se giraron y trataron de hallar la fuente de la perturbación. Lin Zi Yan sintió una cálida explosión de energía viniendo de la choza, por lo que volvió a entrar a la casa seguida de cerca por el Maestro Yi.

Mientras entraban a la choza ellos descubrieron que la secuencia de runas pálidas que Ye Wei dibujó seguía flotando en el aire después de todo este tiempo. Los dos no estaban seguros de cuándo había empezado a oscilar, las runas también estaban deslizándose en el aire como una serpiente como si tuvieran mente propia. Las runas se empezaron a expandir en todas direcciones mientras se transformaban y radiaba colores del arcoíris.

El Qi fluía a una velocidad extremadamente rápida a través de la secuencia y estaba acelerando. Eventualmente, la fricción era tan grande que las runas empezaron a emitir un sonido de chisporroteo y rayos eran visibles cuando cortaban el aire.

El Maestro Yi y Zi Yan estaban atónitos. Se quedaron plantados en el corredor de la puerta y sus ojos estaban muy abiertos, fijos en la secuencia de 81 runas que no sabían que todavía existía.

Para este momento, el Qi que el Maestro Yi le había prestado a Ye Wei se había disipado desde hace mucho tiempo. Las runas que Ye Wei dibujó no estaban formando una postura, por lo que había una ausencia de lotos dorados, pero a pesar de eso estas no desparecían. La secuencia estaba absorbiendo energía primordial del aire y la tierra para sustentarse, ¡reemplazando así el Qi del Maestro Yi dentro de la misma!

Las runas siguieron absorbiendo energía de sus alrededores y crecieron en tamaño mientras se transformaban. La secuencia estaba girando y reensamblándose. Era el caso de ambos, el Maestro Yi y Zi Yan, ver una secuencia de runas evolucionando por su cuenta, por lo que sus mandíbulas estaban por el suelo.

Después de una hora de estabilización, la secuencia de runas se comprimió en un ramo de energía sin forma. El ruido del Qi fluyendo parecía al del rugido de una cascada al tocar la base. Las brillantes runas finalmente empezaron a tomar forma y el ruido produjo un eco en la habitación. Era época de florecimiento de lotos dorados…

“¡¿Finalmente van a florecer o qué?!”, el Maestro Yi estaba intentando entender por qué la secuencia de runas no había funcionado y por qué el florecimiento había sido aplazado tanto tiempo. Después de mirar fijamente al ramo y sentir la energía empezó a entender qué estaba ocurriendo, “mi Qi no era el adecuado para la única y poderosa fuerza de voluntad de Ye Wei, ¡no había forma que la Postura del Loto Ardiente funcionara con la energía que le presté!”

Esa era la única forma de explicar este extraño fenómeno, era una rara ocurrencia que el Maestro Yi nunca había encontrado. La asombrosamente poderosa fuerza de voluntad de Ye Wei era bastante exigente y abiertamente rechazó el Qi del Maestro Yi, optando por adquirir una energía primordial más cruda y poderosa por su cuenta.

Asumiendo que eso había ocurrido, los dos ahora estaban emocionados por ver cuántos lotos iban a florecer. Momentos después, unas pocos picos de energía empezaron a escaparse del ramo y tomar la forma de lotos ardientes, ¡como se esperaba!

Uno, dos, tres, cuatro, ¡¿cinco?!

“¡¿Estoy alucinando?! ¡Cinco!”, ¡el Maestro Yi estaba arrepentido! ¡No podía creer que acababa de rechazar un sucesor potencial! Ye Wei tenía lo necesario para superar al mismísimo Maestro Yi, si se le entraba correctamente…

“¡Cinco lotos! ¡Esto es maravilloso!” Lin Zi Yan estaba emocionada; estaba feliz por Ye Wei y complacida por la sorpresa. Su sonrisa de satisfacción hablaba más que mil palabras.

Justo cuando pensaron que había terminado porque la secuencia se había calmado, empezó a girar nuevamente y más chispas saltaron por un violento torrente de energía. Un loto dorado floreció, más grande y brillante que los demás, de una de los picos más grandes de energía, y se encendió por su cuenta, cegando así al Maestro Yi y a Lin Zi Yan.

“¡El sexto!”, la voz del Maestro Yi se rompió mientras gritaba, ¡su adrenalina se disparó mientras presenciaba un momento extraordinario!

“¡Él tiene el nivel legendario de consonancia rúnica! Si las noticias se propagaran, ¡Ye Wei pondría en la mira de todo el imperio a la Ciudad Luna Verde! ¡Ha habido menos de cinco personas con este tipo de talento en toda la dinastía!”, exclamó y le explicaba a Lin Zi Yan el tipo de genio que realmente era Ye Wei.

“¡¿Él tiene el nivel legendario de consonancia rúnica?!”, Lin Zi Yan frotaba sus ojos en admiración, solo para asegurarse que lo que veía era real.

Justo cuando terminaron de hablar, el ramo estaba apagándose y se encogió hasta el tamaño de una sandía larga.