Culto de las Runas Sagradas - Volume 1 - CSR - Capítulo 29

Capítulo 29 – El Dilema del Maestro Yi

Inhalar, exhalar…

El ruido provocado por latidos y respiración era lo único que podía ser oído en la habitación.

Las 81 runas todavía flotaban en el aire mientras el tiempo pasaba, nada pasó. ¡Las runas estaban estáticas y no había flujo alguno de Qi!

Ni siquiera un loto dorado había florecido.

Gotas de sudor empezar a aparecer en la frente de Ye Wei mientras miraba a las 81 runas y se sentía desamparado mientras tragaba saliva.

El sonido de la pesada respiración de Ye Wei seguía siendo el único sonido audible en la habitación. Cinco respiraciones… ¡Diez respiraciones pasaron!

Las runas permanecieron iguales, ¡sin signo alguno de volverse una postura!

“¡¿Cómo es esto posible?!” El Maestro Yi abrió grande sus ojos y miró a las 81 runas que Ye Wei dejó flotando en el aire. Revisó la secuencia tres veces desde el inicio hasta el final.

La secuencia no tenía error alguno y era idéntica a la que el Maestro Yi dibujó, pero no había lotos dorados. ¿Por qué no había funcionado?

¡Esto era demasiado extraño!

¡Incluso Guerreros ordinarios que no tenían potencial alguno de volverse Maestros Rúnicos eran capaces de hacer que uno o dos lotos aparecieran cuando hacían la Postura del Ardiente Loto Dorado!

“¿Qué ocurre?” Zi Yan también estaba en shock por el paquete de runas inmóvil en el aire. ¿Qué significaba esto? Esto indicaba que la consonancia rúnica de Ye Wei era inexistente. Incluso si se volvía un Estudiante siete estrellas, tenía suficiente Qi y fuerza de voluntad, ¡no sería capaz de hacer una postura!

Habían grandes historias de unos pocos peleadores con un Sentient rojo que tenían un buen final, es decir el Supremo Cheng Feng, que se volvió un nombre de una gran familia, pero parecía que la historia de Ye Wei no iba a terminar con una gloria similar.

“… Ningún loto ardiente… ¿Eso significa que mi consonancia rúnica es de cero?” Habían un extremadamente amargo auto rechazo en el rostro infantil de Ye Wei.

Ye Wei pensó en un par de posibles escenarios antes de dibujar las runas, esperando que por lo menos un loto floreciera, y por su puesto estaría feliz con más. Pero nunca esperó que las cosas terminaran así… El Maestro Yi había experimentado con personas no-cultivadoras en el pasado, e incluso el ciudadano más ordinario podía hacer que un loto apareciera. La probabilidad que alguien tuviera cero consonancia rúnica era menor a una en cien mil.

¡Por lo visto Ye Wei era una ocurrencia poco común!

¡Esto era tan injusto!

¡Para qué darme esperanza si estaba destinado a fracasar! Ye Wei tenía el corazón roto; él estaba llorando y gritando en su mente, pena sin fondo podía ser percibida al ver a sus ojos.

Lin Zi Yan miró al Maestro Yi y quería una explicación, pero no dijo palabra alguna. Todo lo que el maestro hizo fue mover su cabeza en decepción. Pensó haber hallado una gran piedra preciosa con potencial, pero resultó ser un pedazo de cristal roto.

“Ye Wei, ¡mantente fuerte!” Lin Zi Yan suspiró, estaba preocupada por Ye Wei por lo frágil que creía que él era. Lentamente se acercó a él y colocó su delicada mano en el hombro de Ye Wei dándole suaves palmadas.

“No es la gran cosa que no puedas hacer posturas, con tu conocimiento rúnico y sensibilidad del alma, serás respetado. ¡Asumo que será fácil para ti ayudar a algunos Maestros Rúnicos con sus proyectos!”

“¡Incluso si no puedes hacer posturas y no puedes entrenar juro por el honor de mi familia que no dejaré que nadie te maltrate!” continuó Lin Zi Yan tratando de consolarle.

“¿Bajo el honor de tu familia?” el Maestro Yi miró el tulipán que estaba estampado en la túnica de Zi Yan. Ye Wei no entendía el significado de la promesa de Zi Yan, pero el Maestro Yi ciertamente sí. Sabía mucho bien qué tan antigua y adherida en la sociedad era su familia, y qué tanto respetaban y honorificaban a sus aliados. [¿Tan bien se llevan Zi Yan y este chico?]