Arifureta: del común al más fuerte del mundo - Volume 4 - ASSS – Capítulo 168 – 2

El mundo de los espacios divinos – parte 2

Cuando Hajime uso el Cruz Bit para tratar de detener a la bestia desde adentro, esta rugió de una forma algo patética, su cuerpo pareció desinflarse y después escupió una gran cantidad de agua salada, tanta que hacía a uno preguntarse de dónde salió tanta.

Naturalmente, grandes explosiones comenzaron a explotar por todo su cuerpo, pero aun así de alguna manera logró escupir el Cruz Bit. Luego comenzó a manipular el agua salada para crear varios tornados y dirigirlos en contra de Hajime mientras que al mismo tiempo huía al fondo del mar a toda velocidad.

“Dejame, comerte, maldito, pedazo de carne bastardo”

Mientras deshacía los tornados que se acercaban hacia él usando su magia de de conversión de poder mágico, Hajime demandaba la carne de la bestia divina con una voz como si tuviera mucho resentimiento.

La bestia divina volvió la vista por un instante desde debajo del mar cruzó mirada con un pequeño ser con los ojos rojos que demandaba su carne…llena de terror, volteo su cabeza rápidamente, como diciendo “acabo de ver algo que nunca debe ser visto”

Y de pronto…Piiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!

La bestia daba un sonido que había pasado de ser patético a dar lastima, mientras su figura se desvanecía en el profundo mar. Parecía como si dijera “no volveré a salir de aqui nunca mas”…bueno eso fue lo que ellos sintieron.

“Hijo de puta, deberia de ser imposible que un monstruo de ese nivel decida escapar tan repentinamente! Era una oportunidad de aumentar mi poder de último minuto.”

Probablemente porque la bestia divina había desaparecido, las oscuras nubes que cubrían el mar comenzaron a desaparecer y todo regresaba a la calma una vez más. En medio de todo esta Hajime hacia berrinche por su frustración.

Shia y Tio se acercaron con una mirada exasperada.

“Para mi Amo, incluso una bestia divina no es nada más que un pedazo de carne”

“Seguramente nunca se había enfrentado nunca a que la vieran como comida y por eso no pudo resistir. Su último grito me dio algo de lastima, seguramente se convertirá en un trauma y se volvera un ermitaño sin salir nunca más de su guarida.”

“Chih, esa serpiente no tiene agallas.”

Ni siquiera en sueños alguien se podría imaginar que las agallas de una bestia divina se pondrían en duda.

Hajime guardó su Cruz Bit de mala gana y sacó su compás una vez más para decidir que ruta seguir.

Justo en ese momento, frente a Hajime y los demás, el espacio a unos kilómetros de distancia comenzó a vibrar como gelatina. Unos minutos después el espacio se había derretido y una enorme isla se veía a través de la ranura que se había generado.

“Parece que hay una entrada para el siguiente espacio en el centro de esa isla”

“Apareció por la retirada de la bestia divina?”

“Las posibilidades de eso son altas, aunque nunca se imaginarian que se retiraría de esa manera.”

Shia y Tio dieron una mirada de lastima a donde había desaparecido la bestia, luego siguieron a Hajime y se fueron de aquel lugar.

El tamaño de la isla era bastante grande. Estaba cubierta de árboles de varios metros de altura, sin contar la costa, había tantos árboles que no podían ver el suelo. La entrada al siguiente espacio parecía estar en medio del bosque.

De repente las sensitivas orejas de conejo de Shia escucharon a un gran número poderosos monstruos que estaban rondando el bosque, particularmente la zona central.