Arifureta: del común al más fuerte del mundo - Volume 1 - ASSS - Capitulo 23

Capítulo 23 – Verdadera historia
Edición: Paris_117

La formación mágica brillo débilmente y lleno la habitación con una luz misteriosa.

Un joven estaba de pie delante de Hajime, y si mirara de cerca, el hombre llevaba el mismo traje que el cuerpo de la silla.

“Has llegado hasta aquí después de superar las pruebas. Mi nombre es Oscar Orcus. La persona que ha creado esta mazmorra. ¿Si dijera uno de los traidores, lo entenderías?”

Parece que la persona que habla era Oscar Orcus. El creador del “Orcus Dungeon”. Hajime estaba sorprendido, pero siguió escuchando.

“Ah, por favor no hagas preguntas. Esta es sólo una grabación, por desgracia, no seré capaz de responder tus preguntas. Para la persona que llegue a este lugar, voy a transmitir la verdad del mundo y por lo que hemos luchado… esta es el mensaje que  he dejado. Tomé esta forma. Por favor, quiero que escuches… Somos traidores, pero también, no lo somos.”

Entonces Orcus comienza su historia. Esta historia era muy diferente del que la iglesia enseñaba y lo que Yue le explicó; ello le sorprendió.

Una historia de la batalla entre un Dios Demente y sus descendientes.

Durante los primeros años tras la Era de los Dioses, el mundo estaba lleno de conflictos. Humanos, Demonios, y semi-humanos estaban constantemente en guerra los unos contra los otros. La razón de sus guerras variaba. Expansión territorial, valores étnicos, codicia y muchos otros. La razón más importante era “Enemigo de Dios”. Durante ese tiempo, las razas y países estaban finamente divididos. Cada una de las razas y países adorarían a su propio dios. Por el oráculo de su dios, continuaron librando su guerra.

Después de cientos de años de incontables batallas, llegó gente que quería poner fin a esta guerra. El grupo se llamaba “Liberadores” durante esos días.

Todos ellos tenían una conexión en común. Todos ellos eran descendientes directos de los dioses que eran seguidos en la Era de los Dioses. El líder de los “Liberadores” había, por casualidad, descubierto las verdaderas intenciones de los dioses. Los dioses habían instado a las guerras con la intención de tener a las personas como piezas para su juego de guerra. Cuando él descubrió esto, el líder estableció una misión. Reunió a personas afines que no se quedarían de brazos cruzados ante los dioses que manipulaban a la gente y les impulsaba a la guerra para sus juegos.

Localizaron el lugar donde residían los dioses, “Mundo de Dios”. Había 8 de ellos que tenían la fuerza de los tiempos ancestrales en los “Liberadores”, y con su poderosa fuerza desafiaron a los dioses.

Sin embargo, el plan falló antes de que el enfrentamiento comenzara. Los dioses eran los titiriteros de la gente, y ellos habían conseguido que la gente reconociese a los “Liberadores” como los enemigos de dios que planeaban traer la destrucción al mundo. Hicieron a las personas sus enemigos. Hubo complicaciones en el proceso, después de todo, no podían ejercer su poder contra las personas que estaban tratando de proteger. Cuando los “Liberadores” fueron derrotados, fueron marcados como “Traidores”, los traidores que olvidaron la gracia de dios y querían destruir el mundo.

Al final, su grupo se había reducido a los 8 más fuertes. Ahora eran los enemigos del mundo y ellos juzgaron que no eran lo suficientemente fuertes como para derrotar a los dioses. Cada uno de ellos se repartió por todo el continente y crearon las 8 Grandes Mazmorras para esconderse. La mazmorra era una prueba para encontrar una persona digna a la que entregar sus poderes, y con ello lograr lo que ellos no pudieron.

Orcus sonrío apaciblemente después de terminar esa larga historia.

“No sé quién eres o por cuál razón llegaste hasta aquí. No te obligaré a matar a Dios. Sin embargo, yo quería que lo supieras. Lo que representamos.

… A ti, te doy mis poderes. Eres libre de usarlos como quieras.

Por favor, no uses este poder para satisfacer la maldad en tu corazón.

Nuestra conversación ha terminado. Gracias por escuchar. Ahora tu libre voluntad no estará bajo supervisión.”

Después de que terminara de hablar, la imagen grabada de Orcus desapareció. Algo invadió la mente de Hajime al mismo tiempo. Su mente le dolía con estremecimientos, pero lo soportó en silencio debido a que grababa el conocimiento de una cierta magia.

Al poco tiempo, tanto el dolor y la formación mágica se calmaron. Hajime exhaló lentamente.

“Hajime… ¿estás bien?”

“Ah, estoy bien… un poco. Acabo de enterarme de algo inmenso.”

“.. Okay… ¿Qué quieres hacer?”

Yue le preguntó que quería hacer, después de escuchar la historia de Orcus.

“¿Sí? ¿Nada en particular? Siendo invocado sin permiso y pidiéndome luchar una guerra era molesto. Ni siquiera sé lo que está pasando con este mundo. Buscar un camino a la superficie y volver a casa. Esa es mi única meta… ¿Estás molesta con ello, Yue?”

El anterior Hajime probablemente haría algo. Sin embargo, sus valores habían cambiado y esto le permitió ignorar la situación de Orcus. Este mundo debe tener a su propia gente lidiando con sus problemas, pero Yue era también una residente de este mundo. Ya que no podía dejarla sola, tenía que considerar lo que ella quería. No podía abandonar a Yue como hizo con Orcus, porque su relación era mucho más cercana. Hajime le preguntó lo que pensaba, pero tras una ligera vacilación, ella negó con la cabeza.

“Mi lugar está aquí… los demás no me importan.”

Ella se acurrucó junto a Hajime y tomó su mano. Yue trató de transmitir sus verdaderos sentimientos cuando ella le cogió la mano. En el pasado, ella dedicó todo por su país. Traicionada por aquellos en quien confiaba y ni una sola persona la salvó. Para Yue, tras su largo encarcelamiento, este mundo era una prisión para ella.

Hajime era quien la salvó de su prisión. Es por ello que estar al lado de Hajime era su todo.

“… Con que así es.”

Hajime estaba un poco avergonzado. Se aclaró la garganta para disimularlo, y dijo la impactante verdad sin dudarlo.

“Ah, además aprendí una nueva magia… Parece magia de la Era de los Dioses.”

“… ¿En serio?”

Yue tenía una expresión que decía que ella no le creía, pero era de esperarse. La magia utilizada en la Era de los Dioses estaba perdida en el mundo moderno. Era magia de transición la que los invocó a él y a los otros, y eso fue magia de la Era de los Dioses.

“Esta formación mágica en el suelo puede jugar con tu cerebro y te enseña a utilizarlo. Eso parece.”

“… ¿Estás bien?”

“Sí, no hay problema. Esta magia… parece que es magia para mí.”

“… ¿Qué clase de magia?”

“Bueno, creo que es llamada Magia de Creación. Puedes añadir magia en los minerales con ella, y la magia añadida puede darle propiedades especiales a los minerales.”

Yue se quedó con la boca abierta con la explicación de Hajime.

“… Puedes hacer artefactos.”

“Ah, puedo hacer eso.”

Magia de Creación era utilizada para crear artefactos durante la Era de los Dioses. Como si esta magia fuera hecha para “Maestro transmutador”. La verdad era que el oficio de Orcus era “Maestro transmutador”.

“¿Por qué no aprendes, Yue? Al entrar en esta formación mágico, este explorará tus memorias. Orcus dijo algo sobre una prueba y es posible aprenderlo si considera que pasaste la prueba.”

“… No uso la transmutación…”

“Mah, eso es cierto, pero… ¿es magia de la antigüedad? ¿No estaría de más aprenderlo?”

“… Okay… Si Hajime lo dice.”

Yue camina hacia el centro de la formación mágica como Hajime aconsejó. La formación brilla mientras busca a través de las memorias de Yue. Ahora el momento de la verdad de su veredicto…

“Has llegado hasta aquí tras superar las pruebas. Mi nombre es Oscar…”

Orcus apareció de nuevo. Había una sensación de haberlo revelado. Hajime y Yue ignoraron la historia de Orcus y siguieron hablando el uno al otro.

“¿Lo has aprendido?”

“Sí. Pero… un artefacto es difícil.”

“Sí, parece que la magia antigua podría tener afinidades y aptitudes.”

Mientras ambos estaban hablando entre sí, cerca de ellos estaba Orcus hablando y sonriendo a la nada. Era muy surrealista. Hajime creyó ver que el cadáver se veía triste, pero lo pensó así por su imaginación.

“Ah, por el momento, este lugar es nuestro ahora, ¿quieres poner en orden el cuerpo?”

Hajime no tuvo ninguna compasión.

“Un… fertilizar el campo…”

Yue también no tenía ninguna compasión.